Por unanimidad, el Tribunal Supremo del Reino Unido ha declarado ilegal el delirante plan de Boris Johnson para deportar a los solicitantes de asilo ni más ni menos que a Ruanda. No se sabe cuántos gin & tonics inspiraron esta medida supuestamente disuasoria contra el flujo de inmigrantes que llegan a bordo de pequeñas embarcaciones hasta las costas británicas. Pero lo cierto es que esta siniestra ocurrencia recordaba demasiado a la fantasía supremacista que los nazis barajaron en los años 40 para deportar a los judíos de Europa hasta la isla africana de Madagascar. La decisión judicial aumenta todavía más la presión sobre el futuro político del primer ministro Rishi Sunak y sus complicadas perspectivas electorales. Además de multiplicar la… Ver Más
Source: abc internacional