En los Propilios, los monumentales pórticos que dan acceso a la Acrópolis, en el corazón de Atenas, Katerina Kontara , una estudiante de 20 años, dice con indignación a ABC: «Con la firma de los rescates, nos quitaron el futuro; pero, ahora, la ineptitud de nuestros políticos también nos está quitando la vida». Ella, junto a sus compañeros de la universidad, salía a las calles de la capital la mañana del jueves para sumarse a la enésima protesta que, desde el 1 de marzo, plasma la furia y la frustración de los griegos tras el accidente de tren en la línea ferroviaria Atenas-Salónica, a la altura de Larisa, que costó la vida a 57 personas. El jueves, el paro fue general en todo el pa ís. Una huelga de 24 horas convocada por los principales sindicatos y multitud de asociaciones de todo el país. Durante todo el día, los barcos permanecieron amarrados al puerto y todos los vuelos de las dos compañías aéreas griegas fueron cancelados. Noticia Relacionada estandar Si El malestar por el accidente de tren incendia las calles de Grecia Marta Cañete Miles de griegos salen en una nueva jornada de huelgas y parones en los principales sectores del país Radicales en las calles A las once de la mañana, hora local, se habían convocado varias concentraciones en las principales plazas y vías de la capital helena. Unas 22.000 personas, entre ellas muchos jóvenes, recorrieron pacíficamente los más de cinco kilómetros que separan la plaza del Parlamento de las oficinas de Hellenic Train, sede principal de la empresa que gestiona la red ferroviaria griega. Allí, eran muchas las pancartas en las que se podían leer las palabras ‘asesinos’ y ‘crimen’. Christos Xantakis comenta a este periódico que su presencia era para protestar «por la incompetencia del Gobierno». Según fuentes policiales, sobre las 13.30, hora local, unos 400 antisistema se unieron a la cola de la manifestación y comenzaron a arrojar a piedras y cócteles molotov a la Policía, que respondió con gases lacrimógenos. Trece personas fueron detenidas y cinco antidisturbios resultaron heridos. En Salónica, también se produjeron altercados. Las tensiones entre los dos grandes partidos de Grecia, el conservador Nueva Democracia, que gobierna el país, y el principal partido de la oposición, Syriza, se han intensificado en los últimos días. Esta semana, el líder de Syriza, Alexis Tsipras, en una entrevista en la televisión privada griega afirmaba que el Gobierno de Kyriakos Mitsotakis heredó en 2019 las obras de instalación de semáforos y telecontrol al 70% finalizadas y que conocía la situación de la estación de Larisa. Los sindicatos griegos convocan una huelga de 24 horas en los sectores público y privado tras el mortal accidente de tren EFE Por su parte, Yorgos Yerapetridis, ministro de Infraestructuras y Transportes, contestó ayer a las acusaciones de Tsipras, alegando que las obras de modernización de la red ferroviaria tenían que haber finalizado en el año 2016 (Syriza gobernó el país desde septiembre de 2015 a julio de 2019) y que, en 2019, el partido de Tsipras les entregó tan solo un 33% del proyecto completo. «El primer ministro era consciente de que había recibido un proyecto que debía haber sido finalizado en 2016 y que solo funcionaba al 30%. Lo que le era totalmente desconocido era la mala praxis de algunos de los trabajadores de la red, como quien estaba aquella noche en el turno de la estación de Larisa», añadió Yerapetridis. Horas después, Syriza hacía públicos documentos de la compañía OSE, con fecha de finales de 2022, en los que se comunicaba los problemas en la línea Atenas-Salónica y, en concreto, en Larisa. Yerapetridis presentó ayer el plan de acción para restablecer el tráfico ferroviario del país. Según los cálculos del Ejecutivo de Mitsotakis, en este momento el 70% de las obras ha finalizado, mientras se espera que el 30% restante esté listo para octubre.
Source: abc internacional