«Iba a ser un buen día», dijo Reyes a la presentadora de ABC News, Amy Robach, en una entrevista exclusiva. «No hubo nada inusual ese día, solo estábamos caminando de regreso al aula… para ver el resto de la película». Alrededor de las 11.30, sin embargo, la normalidad se hizo añicos. Reyes contó que escuchó un golpe. Inseguro de qué era, les dijo a los estudiantes que se metieran debajo de sus mesas, tal como lo habían practicado.
Los siguientes 77 minutos de carnicería «destruyeron» a Reyes, explicó, y cambiaron para siempre una escuela, una comunidad y tal vez un país. Un joven armado había matado a 19 estudiantes, incluidos los 11 en el aula de Reyes, y dos maestras. Reyes mismo sufrió múltiples heridas de bala.
«Me siento tan mal por los padres porque perdieron a un hijo», le dijo Reyes a Robach. «Pero perdieron un hijo. Yo perdí 11 ese día, todos a la vez». Desde una habitación de hospital en San Antonio, dos semanas después de sobrevivir a uno de los tiroteos escolares más mortíferos en la historia de los EE.UU., Reyes ofreció el relato más vívido hasta ahora de lo que ocurrió dentro del aula 111 de la Escuela de Primaria Robb el 24 de mayo.
También tildó a la policía local de «cobardes» por no actuar más rápido. Y mientras Reyes se recupera, ya está pensando sus próximas acciones: asegurarse de que esto nunca vuelva a suceder. «Lo único que sé es que no dejaré que estos niños y mis compañeras de trabajo mueran en vano», dijo. «Iré hasta el fin del mundo para asegurarme de que las cosas cambien. Si eso es lo que tengo que hacer durante el resto de mi vida, lo haré».
A raíz del tiroteo, las fuerzas del orden han sido objeto de un intenso escrutinio por no actuar con mayor rapidez. Pasaron 77 minutos desde el momento en que el pistolero entró en la escuela hasta que los oficiales rompieron la puerta y lo mataron. «Son unos cobardes», dijo Reyes. «Se sentaron allí y no hicieron nada por nuestra comunidad. Les llevó mucho tiempo entrar… Nunca los perdonaré».
Las fuerzas del orden y los funcionarios estatales se han corregido repetidamente y, en ocasiones, han proporcionado detalles contradictorios sobre su respuesta. En un momento, un funcionario del Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo que el oficial al mando en la escena tomó la «decisión equivocada» de esperar para romper las barricadas en las aulas.
La Escuela Primaria Robb se preparó para sucesos de tiradores activos, realizando simulacros tan recientemente como unas pocas semanas antes del tiroteo masivo. Pero Reyes describió fallos en el protocolo en casi todos los pasos del proceso de seguridad el 24 de mayo: pasos en falso en el protocolo y la ejecución que, según él, cuestan vidas.
La solución no es más entrenamiento, según Reyes, sino una revisión de un sistema que permite un fácil acceso a las armas de fuego. Reyes enfatizó que no está en contra de la posesión de armas, pero abogó por una legislación de armas de sentido común que aumentaría el límite de edad para los posibles compradores.
Source: abc internacional