X
    Categories: Internacionales

La economía también cuenta

Tras el Día de la Victoria, las operaciones continúan su curso sin consecuencias mayores. En el Donbass, las tropas rusas siguen presionando hacia el oeste alcanzando Bilohorivka (Lugansk). Esta localidad se hizo tristemente célebre, hace un par de días, cuando un ataque aéreo ruso destruyó ―posiblemente como daño colateral―, una escuela donde se refugiaban civiles. Se mantienen los bombardeos y combates localizados en la zona de Jarkov. Y los últimos de Mariúpol siguen resistiendo (como pueden) en las «catacumbas» de Azovstal.

El oblast de Odesa que, durante semanas, estuvo casi «ausente» de la guerra está creciendo en relevancia en la lista de objetivos de los fuegos rusos. Posiblemente sea por estar percibiéndose esa zona como una suerte de base logística avanzada de la Unión Europea (UE), para la entrada y acumulación de armamentos y pertrechos militares que se envían desde la Unión en apoyo a Ucrania. En concreto, en las últimas horas, se han recrudecido allí fuertemente los bombardeos rusos. Un castigo que seguramente esté relacionado con la reunión en Odesa entre el presidente del consejo europeo, el belga Michel, con el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal.

En el plano político-económico, sigue empantanado el proyecto de embargo petrolero a Rusia, en el marco del llamado sexto paquete de sanciones. Como la aprobación del paquete necesita del acuerdo de los 27 socios, la reticencia de algunos, especialmente de Hungría, pone en riesgo la cohesión europea en este punto. El freno viene de algunos socios comunitarios dependientes, en gran medida del petróleo y el gas rusos. Budapest ha calificado el paquete como «bomba atómica económica» refiriéndose, quizás y de aprobarse, a sus efectos sobre la propia economía húngara, que es energéticamente muy dependiente de Rusia. Se negocia entre los socios a los más altos niveles políticos, para lograr ese consenso y evitar que cada uno vaya por su lado. El quid de la cuestión reside en saber si la discrepancia es un asunto ideológico, o meramente económico. Porque si fuera lo último éste se resolvería, como siempre, poniendo dinero sobre la mesa. Que, previsiblemente, sea lo que suceda en los próximos días.

*Pedro Pitarch, general (R), es exjefe de la Fuerza Terrestre de España.
Source: abc internacional

news :