Qatar suspendió su papel como mediador clave para un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes en Gaza tras concluir que Hamás e Israel no estaban dispuestos a negociar «de buena fe», dijo a la AFP el sábado una fuente diplomática. Un día antes, Estados Unidos pidió a Qatar poner fin a la presencia de Hamás en Doha, definiéndola de «no aceptable», después de que el grupo palestino rechazara la última propuesta para lograr un alto el fuego en Gaza y un acuerdo sobre los rehenes. Citando a un alto funcionario del gobierno norteamericano, Reuters aseguraba que el estado del Golfo ya había llevado a cabo esta petición hace unos diez días: «Tras rechazar reiteradas propuestas de liberación de rehenes, sus dirigentes ya no deberían ser bien recibidos en las capitales de ningún socio estadounidense. Se lo dejamos claro a Qatar tras el rechazo de Hamás hace semanas a otra propuesta de liberación de rehenes», decía el alto funcionario en condición de anonimato. Según varios medios norteamericanos, Qatar habría ordenado a los líderes de Hamás que abandonen el país tras la presión de Washington, en un cambio significativo en la política del estado del Golfo. Doha, junto a Washington y El Cairo, ha desempeñado un papel importante en las rondas de conversaciones, que hasta ahora no han dado ningún resultado, para negociar un alto el fuego. Fue a mediados de octubre cuando tuvo lugar la última ronda de conversaciones. Qatar, aliado de Estados Unidos y país rico en gas, ha albergado la oficina política de Hamás en Doha desde 2012, cuando la guerra civil en Siria obligó al grupo palestino a abandonar su base en Damasco. El año pasado, más de cien rehenes israelíes fueron liberados, a cambio de 240 mujeres y niños palestinos retenidos en cárceles israelíes, gracias a un acuerdo que Qatar ayudó a negociar. La ayuda humanitaria también llegó a la Franja, pero las hostilidades se reanudaron rápidamente y han continuado. La imagen del país del Golfo quedó empañada por su relación con Hamás tras el ataque del 7 de octubre, pero su papel como mediador en las negociaciones para un alto el fuego recibió elogios internacionales. Pero desde octubre las conversaciones están estancadas. En rondas anteriores, los desacuerdos sobre las nuevas demandas que Israel introdujo sobre la futura presencia militar en Gaza obstruyeron un acuerdo, incluso después de que Hamás aceptara una versión de una propuesta de alto el fuego que Biden reveló en mayo. En ese momento, Hamás consideró que Israel había movido el listón para un acuerdo «de último momento» y temía que cualquier concesión que hiciera fuera respondida con más demandas, dijo a Reuters en agosto una fuente cercana a las conversaciones. Si al final Doha lleva a cabo la medida de expulsar a los miembros de Hamás, y con Beirut también asediada por las fuerzas israelíes, tendrían que buscar otro centro de operaciones. Una persona familiarizada con el asunto y citada por el diario ‘Financial Times’, dijo que los dirigentes de Hamás en Qatar se trasladarían a Turquía. El país otomano ha dado refugio durante mucho tiempo a los agentes políticos de Hamás y, desde el comienzo de la guerra en Gaza, el presidente Recep Tayyip Erdogan ha expresado abiertamente su apoyo al grupo. En los últimos años, Qatar ha invertido millones de dólares en Gaza —que Hamás gobierna desde que tomó el control del enclave en 2007— para pagar los salarios de los funcionarios públicos y apoyar a las familias palestinas en dificultades.
Source: abc internacional