Se trata de un reconocimiento a su persona, pero con él a todas las comunidades judías de Europa. El presidente de la Conferencia Rabínica Europea, Pinchas Goldschmidt, será el galardonado con el Premio Carlomagno 2024. La Junta Directiva del Premio Internacional Carlomagno de Aquisgrán pretende con el galardón fijar la idea de que «la vida judía es una parte natural de Europa y que no debe haber lugar entre nosotros para el antisemitismo». El compromiso de Goldschmidt con el diálogo interreligioso es particularmente destacado desde que en 2015 cofundó el Consejo Europeo de Liderazgo Musulmán-Judío (MJLC), con sede en Amsterdam , que incluye tanto a dignatarios judíos como musulmanes y tiene como objetivo la tarea de preservar la libertad y la paz religiosas, así como profundizar el diálogo entre los aproximadamente 1,5 millones de judíos en Europa y los más de 40 millones de musulmanes en el viejo Continente. Noticia Relacionada estandar No Netanyahu advierte de que «ni la La Haya, ni el Eje del Mal ni nadie: nada nos detendrá» Europa Press Asegura que han hallado copias del ‘Mi Lucha’ de Hitler en campamentos de Hamás en Gaza El diálogo judeo-cristiano también ha recibido un importante impulso por su parte, según la Junta Directiva del Premio Carlomagno. Goldschmidt ha estado en contacto directo con el Papa Francisco durante años y el pasado mes de noviembre se reunieron por última vez en persona para discutir la situación actual en Oriente Medio. Defensa a la diversidad Desde el ataque terrorista de Hamás contra Israel, el pasado mes de octubre, el número de crímenes antisemitas se ha disparado en muchos países europeos. Goldschmidt siempre ha defendido que las personas de los más diversos orígenes religiosos y culturales deben poder encontrar su lugar en Europa y el pasado mes de septiembre, con motivo de la aceptación de la invitación de la ciudad de Múnich para trasladar a la capital bávara la Conferencia de Rabinos de Europa, declaró que «a todos aquellos que creen que pueden destruir al pueblo judío, les decimos: miren a Múnich; miren al pueblo judío de 1938, solo y sin amigos. El nacionalsocialismo y el Holocausto casi destruyeron al pueblo judío. Ahora, casi 80 años después de la Shoá, tenemos un fuerte Estado de Israel. En Europa han vuelto a surgir muchas comunidades judías. Y también gracias al estado federado de Baviera, Múnich se convertirá en uno de los centros europeos de la vida judía. Eso les demuestra a todos los antisemitas, que actúan bajo el manto de la extrema derecha o del radicalismo islámico, que al final no tendrán éxito«. Goldschmidt conoce muy a fondo la vida judía en toda Europa. Después de formarse como rabino, Goldschmidt, que nació en Zúrich en 1963, vivió primero en Israel y después en la Unión Soviética, donde reavivó la el judaísmo tras el fin del comunismo. En 1993 fue elegido Gran Rabino de Moscú. En diciembre advirtió que la población judía se convertirá en chivo expiatorio de Putin ante los costes y efectos de la invasión de Ucrania. «Cuando miramos hacia atrás en la historia rusa, cada vez que el sistema política ha estado en peligro, se ha visto al gobierno tratar de redirigir la ira y el descontento de las masas hacia la comunidad judía». Desde 2011, ha sido presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos (CER), que trasladó su sede de Londres a Múnich el año pasado. Como representante de una de las minorías religiosas más antiguas de Europa, se puso como objetivo, según sus propias declaraciones, «ayudar a poner fin al antagonismo y al conflicto latentes que podría surgir como el mayor peligro para la unidad y la seguridad de Europa en los próximos años». Tras el ataque ruso a Ucrania, se resistió a la llamada a apoyar la guerra y abandonó Moscú en marzo de 2022, por miedo a represalias del Kremlin.
Source: abc internacional