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Donald Trump arrasa en los 'caucus' de Iowa y lanza el guante a Biden

«Tenemos que dar esto por finiquitado pronto, tenemos que sentar el tono para lo que será noviembre ». Esta fueron las demandas que Donald Trump hizo a sus seguidores de Iowa el sábado pasado, en su último mitin antes de que los votantes se reunieron en la noche del lunes en los ‘caucus’ para elegir al candidato del partido republicano para las presidenciales de este año. Fue en un acto electoral en Indianola, en una pequeña universidad cristiana rodeada de campos de cereal cubiertos de una costra dura de nieve, con un auditorio abarrotado por vecinos que hicieron cola con una sensación térmica de -40 grados para escuchar al expresidente. Los votantes atendieron la llamada de Trump: doblegaron al frío y a sus rivales y regalaron al multimillonario una victoria contundente e histórica , que consolida su favoritismo absoluto, le da razones para considerarle el nominado republicano irremediable y le permite mirar hacia noviembre, hacia la elección general, hacia su enfrentamiento con Joe Biden. Noticia Relacionada opinion Si ¿Qué significa Iowa en el ciclo electoral más amenazador para la democracia de EE.UU.? Pedro Rodríguez A partir de Iowa, todo es una cuestión de matemáticas: una mayoría de delegados en la convención nacional para asegurarse la nominación presidencial y después, un mínimo de 270 votos electorales para sentarse en el Despacho Oval Trump logró un 51% de los votos en los ‘caucus’ de Iowa, esa fórmula arcaica de votación en reuniones vecinales que inaugura las primarias en EE.UU. Sus principales rivales quedaron a mucha distancia: Ron DeSantis, gobernador de Florida, fue segundo, con el 21%; Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante la ONU, quedó en tercer lugar, con el 19%. Es un resultado histórico: ningún candidato presidencial -ni republicano ni demócrata- había conseguido superar el umbral del 50% en unos ‘caucus’ de Iowa con más de dos candidatos en liza. Trump, además, superó con creces el margen récord de victoria para unos ‘caucus’ republicanos que Bob Dole estableció en 1988, cuando logró una distancia de doce puntos con el segundo. Pero, a la vez, el resultado no fue sorprendente . Está en la línea de lo que han marcado las encuestas en los últimos meses en Iowa y dentro del dominio abrumador del expresidente en los sondeos a nivel nacional. Según el acumulado de encuestas de ‘FiveThirtyEight’, Trump suma el 63% de los votantes republicanos en todo el país, por algo menos del 12% tanto para Haley como para DeSantis . El gran objetivo del multimillonario neoyorquino aquí en Iowa era cerrar dudas sobre su mando en las primarias y cerrar, también, la ventana de oportunidad para sus rivales, dar la sensación de que las otras candidaturas son inútiles. Así lo quiso transmitir en su discurso de celebración de resultados, que pareció más de una elección general que de unas primarias: «Realmente creo que es el momento de que todo el mundo, nuestro país, nos unamos», dijo a sus seguidores desde un espacio de eventos en el centro de Des Moines, con un fondo de banderas de EE.UU. Ese mismo tono conciliador utilizó para ser amable, algo extraño en él, son sus rivales. Les reconoció como gente «capaz» y después, en una entrevista en Fox News, aseguró que se había enfrentado a «competidores muy creíbles». El gran objetivo del multimillonario neoyorquino en Iowa era cerrar dudas sobre su mando en las primarias Reconquista El desempeño demoledor de Trump en Iowa es la culminación de los esfuerzos del expresidente por mantener su poder sobre el partido republicano. Hace poco más de tres años, salía de la Casa Blanca por la puerta de atrás, tras el episodio bochornoso y trágico del asalto al Capitolio por una turba de sus seguidores, la culminación de su intento por dar la vuelta a los resultados de su derrota frente a Joe Biden en 2020. Durante algunos días, pareció que el partido pasaría página con él. Sus líderes no lo hicieron ante la evidencia de que las bases electorales de Trump mantenían su lealtad con el multimillonario neoyorquino, y enfrentarse a ellas tiene grandes costes políticos. Poco a poco, la gran mayoría acabaron por acudir a Mar-a-Lago, la residencia de Trump en la costa de Florida, a rendir pleitesía. «Todos acaban por hincar la rodilla», ha dicho alguna vez el expresidente. Trump también resistió a una segunda crisis. Muchos le responsabilizaron de los resultados mediocres del partido en las legislativas de noviembre de 2022, en la que sufrieron fracasos importantes con candidatos radicales, ungidos por Trump. Por aquel entonces, DeSantis parecía consolidarse como sucesor y le superaba en las encuestas . Pero llegó el capote salvador de las causas judiciales que empezaron a llover sobre el expresidente el año pasado: 91 cargos en cuatro imputaciones criminales, algunas de ellas fáciles de vender como ‘vendetta’ política. Fue el combustible perfecto para la narrativa victimista de Trump, que despegó en las encuestas y ahora avanza imparable hacia su nominación. A muchos votantes republicanos que son contrarios a Trump, con los que ha hablado este periódico en Iowa en los últimos días, les costaba explicar por qué el expresidente sigue dominando con puño de hierro al partido. Incluso sufría para hacerlo Asa Hutchinson, exgobernador de Arkansas y candidato a la presidencia hasta ayer, que tiró la toalla tras hundirse, como se esperaba, en Iowa. «Hay gente que cree que ha sido maltratado por la justicia. También creo que hay quien lo ve como todavía un presidente en el cargo, lo que te da un impulso adicional», respondía a ABC en un acto electoral. El desempeño demoledor de Trump en Iowa es la culminación de los esfuerzos del expresidente por mantener su poder sobre el partido republicano Sus seguidores lo tienen más claro. «EE.UU. ya no parece un lugar seguro», decía Angela Banks, una madre de Indianola. «Él defiende los principios que este país está olvidando: los valores conservadores, la libertad de expresión, la libertad de ser lo que quieras, no lo que te diga el Gobierno », defendía Yvonne Budd, de Carlisle. «Está en contra del aborto, a favor de extremar la seguridad en la frontera, con él tuvimos independencia energética y los precios de gasolina más bajos de mi vida», añadía Joel Tenney, del condado de Johnson. Además de todo eso, buena parte del electorado le ha comprado el dogma en el que se asienta su carrera para recuperar la Casa Blanca. Según encuestas a pie de urna en Iowa, cerca de dos tercios de los votantes creen que Biden no ganó de forma legítima la elección en 2020. La mejor carta de Biden Trump centró sus ataques en la noche electoral en el expresidente, en una muestra en que está listo para pasar de pantalla. «Es el peor presidente de la historia de EE.UU., está destrozando nuestro país», aseguró. «Tenemos que recuperar nuestro país». Trump sale reforzado de la primera batalla de primarias, mientras que Biden es un presidente debilitado, con la popularidad hundida y con grandes dudas entre su electorado -también las ha habido con Trump hasta ahora en el republicano- de que deba ser la opción para las presidenciales. La paradoja es que a pocos interesa más la victoria de Trump que al propio Biden. Una de las pocas cartas que tiene de entusiasmar a su electorado es, como en 2020, ser la única opción para evitar que el multimillonario neoyorquino vuelva al poder. Trump centró sus ataques en la noche electoral en el expresidente, en una muestra en que está listo para pasar de pantalla «Parece que Donald Trump ha ganado en Iowa. Es el claro favorito en el otro lado en este momento», reaccionó Biden en un mensaje en la red social X, en el que no había sombra de pena por el resultado. «Pero esta elección siempre iba a ser entre tú y yo contra los radicales republicanos MAGA », añadió en referencia al lema ‘Make America Great Again’ (‘Hacer EE.UU. grande otra vez) de Trump, y aprovechó para pedir fondos electorales a sus seguidores. Ayer, algunos candidatos, como Trump y Haley, ya estaban de campaña en New Hampshire, la segunda parada de las primarias, donde se votará el próximo martes. Quizá sea la última oportunidad para que alguien que no se llame Trump dé una campanada que dé algo de emoción a esta carrera.
Source: abc internacional

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