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Los Balcanes vuelven a llamar a la puerta de una UE dividida

La Comisión Europea presentó el martes un plan para permitir utilizar los fondos rusos congelados por las sanciones europeas para ayudar a la reconstrucción de Ucrania . No es más que un primer paso y junto a las negociaciones para establecer una nueva tanda de medidas restrictivas contra personalidades rusas, la decimosegunda desde el inicio de la guerra, en lo que parece ser una acumulación de argumentos para compensar un eventual fracaso del Consejo Europeo que se inicia mañana jueves y que debería tomar una decisión sobre el inicio de las negociaciones de adhesión con Kiev, pero que se enfrenta a la amenaza de veto por parte de Hungría . En todas las conversaciones en torno al último Consejo Europeo del semestre se da por hecho que la UE no puede dejar a Ucrania sin una respuesta favorable a sus expectativas. Pero aunque la Comisión ha aprobado esta semana la entrega de fondos de recuperación a Hungría, a pesar de que los había congelado por el desafío del gobierno de Viktor Orban a los valores europeos, la decisión no parece haber cambiado el ánimo del populista húngaro que tiene en vilo a todos los demás. El resto de los socios esperará que la cumbre con los dirigentes de los Balcanes Occidentales que se celebra hoy, la víspera del Consejo, pueda contribuir a aportar una visión más realista de la situación. En la actualidad hay al menos diez países en la lista de espera de Bruselas, pero ninguna de las solicitudes tiene el alcance de la de Kiev. Por lo que respecta a Ucrania, en palabras de un diplomático nórdico «no hay más que dos opciones, o Rusia o Europa. Si les cerramos las puertas de la UE, acabarán cayendo en manos del Kremlin». Noticia Relacionada estandar Si El pulso de Orbán a la UE puede dejar a Ucrania en la estacada Enrique Serbeto Kuleba advierte en Bruselas sobre las «consecuencias devastadoras» que tendría la decisión de no abrir las negociaciones para el ingreso de Kiev Situación tensa Pero las facilidades que se le otorgan a Ucrania (y a las que se opone Hungría) representan un agravio para países más pequeños y cercanos a los que hace dos décadas ya se les prometió un futuro en la UE, por no hablar de Turquía, que está en la sala de espera desde hace casi treinta años y en esta cumbre ni siquiera se va a hablar de ello. La proximidad de Ucrania, sin embargo, ha alentado a Georgia a pedir también que se le considere un país candidato y hasta a Armenia y Azerbaiyán se les ha prometido que podrían acercarse a Europa si consolidan la normalización de sus relaciones. Esta situación es la que ha llevado a un grupo muy importante de países -casi todos- a advertir que una ampliación no sería posible si no se revisan antes las normas de funcionamiento y toma de decisiones en el seno de la UE, porque la situación en la que se encontrarán los dirigentes europeos mañana y pasado demuestra que una Unión a treinta o treinta y cinco países sería imposible de gestionar. Además del debate sobre la ampliación, en el caso de Ucrania los miembros de la UE tienen que analizar la revisión del presupuesto que está en la mitad del periodo multianual, y que se quería aprovechar para añadir fondos en aspectos que no estaban previstos cuando fueron aprobados. La Comisión había previsto pedir cien mil millones más , la mitad de los cuales sería para Ucrania y el resto para políticas de defensa y de protección de fronteras. Pero ha surgido el problema causado por la subida de los tipos de interés que tiene que pagar la propia Comisión por el dinero que se le autorizó a pedir para crear los fondos de recuperación. La propia Comisión pensaba dedicar una parte del dinero que no se ha gastado porque los proyectos asignados no se han ejecutado y que habitualmente ha de volver a los países. Las facilidades que se le otorgan a Ucrania (y a las que se opone Hungría) representan un agravio para países más pequeños Resistencias de Budapest Hungría también se opone a la idea de aumentar la ayuda financiera a Ucrania, de modo que en los dos asuntos la posibilidad de un fracaso de la cumbre es más que probable, a pesar de las declaraciones optimistas del vicepresidente Maros Sefcovic a la salida del consejo de Asuntos Generales. El propio Orbán contempla esta situación con cierta indiferencia, mientras sus portavoces tratan de desmentir la idea de que se encuentra diplomáticamente aislado, cuando acaba de venir de Buenos Aires y Washington y recibe con normalidad al presidente turco Recep Tayyip Erdogan. «El mito del aislamiento sigue siendo uno de los dardos utilizados para tratar de acorralar a Hungría por su negativa a doblegarse ante la UE».
Source: abc internacional

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