En medio de grandes expectativas por las decisiones que en materia económica y social deberá adoptar para hacer frente a las múltiples crisis que tiene el país, Daniel Noboa Azín asume la Presidencia de Ecuador para completar el período de cuatro años que fue interrumpido cuando Guillermo Lasso disolvió la Asamblea Nacional (Congreso) y llamó a nuevas elecciones acortando su mandato. Son 18 meses que Noboa estará al frente de la primera magistratura, aunque ha anticipado que buscará la reelección. El discurso de toma de posesión es visto como la ocasión para que Noboa revele las claves de su corto mandato, del que apenas se tiene indicios puesto que desde que ganó las elecciones, el 15 de octubre pasado, no ha hablado con los medios del país y su oficina de prensa solo ha emitido breves comunicados refiriéndose a asuntos específicos. Se aguarda también que en su primer mensaje a la nación se refiera a los alcances de los acuerdos políticos a los que ha llegado su movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) con la Revolución Ciudadana (RC5), su rival de campaña, y con el Partido Social Cristiano (PSC) del exalcalde de Guayaquil Jaime Nebot, que le ha permitido comenzar su gestión con una holgada mayoría parlamentaria que facilitaría la gobernabilidad. Noticia Relacionada reportaje Si Daniel Noboa, aire fresco para Ecuador, un país golpeado por la violencia Thalía Flores El joven presidente electo, que ha logrado frenar el regreso al poder del correísmo, deberá gestionar las numerosas crisis –económica, de seguridad…– que afectan al país con un apoyo exiguo en el Parlamento Las dudas respecto de que esa mayoría podría ser usada por el correísmo, que busca liberar a varios procesados por la Justicia, incluido el expresidente sentenciado Rafael Correa , han sido despejadas tanto por ADN como por el PSC. No propiciarán un juicio político a la fiscal general del Estado, que el correísmo pretende desde hace tiempo, y tampoco amnistiarán a los ex altos cargos del correísmo que están autoexiliados en Venezuela y México, como es el caso de Ricardo Patiño, exministro de Gobierno y Defensa, cuya amnistía se tramitaba desde la legislatura anterior en la Comisión de Fiscalización que preside una militante de la revolución ciudadana. Para hacer frente a la crisis económica que el director del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera, califica de «trágica» , Noboa pondrá al país en estado de excepción, lo que le posibilitará enviar a la Asamblea Nacional dos proyectos económicos urgentes para que sean tramitados en 30 días, según reza la Constitución. Un proyecto busca paliar la emergencia energética que vive el país, sometido a cortes de luz diarios desde hace cuatro semanas, lo que ha afectado a la producción y enfadado a la gente; y otro hacer reformas fiscales para dar beneficios tributarios a los recién graduados y a las empresas nacionales y extranjeras a fin de propiciar la reactivación económica y la generación de empleo. Un gabinete de jóvenes La tarea que le espera a Noboa es desafiante: en lo social, el subempleo ha deteriorado la calidad de vida de la mayoría de los ecuatorianos y el desempleo ha desencadenado un nuevo éxodo, sobre todo de jóvenes, hacia Estados Unidos. Cifras del Ministerio de Trabajo revelan que en octubre se han perdido más de 75.000 empleos; 23% más que en el mismo mes en 2022. Por si fuera poco, la violencia del crimen organizado no se detiene, al igual que los decomisos de droga, aunque solo por excepción caen los traficantes. A Noboa no le ha resultado fácil integrar su Gabinete ministerial porque se ha decantado por un perfil de profesionales jóvenes y con importantes credenciales académicas, aunque no siempre con experiencia en la gestión pública. Al cierre de esta edición no había completado el número de ministros.
Source: abc internacional