«Israel ha sufrido el mayor ataque terrorista de su historia», afirmó la noche del jueves Emmanuel Macron para lanzar un mensaje solemne a la unidad de Francia ante la guerra en Israel precipitada por el terrorismo de Hamás, cuando el antisemitismo de extrema izquierda y las manifestaciones pro palestinas están abriendo grietas sociales inflamables. El presidente de la República inició su mensaje solemne recordando los datos esenciales: « Hamás es una organización terrorista cuyo objetivo es la destrucción y muerte del pueblo de Israel. Su invasión repentina y sanguinaria ha sido una manifestación de crueldad absoluta, odio ciego y asesino«. Sentados los principios, Macron insistió en el apoyo de Francia a Israel, matizándolo: «Israel tiene el derecho y el deber de defenderse, preservando las poblaciones civiles, con una respuesta fuerte y justa, fuerte porque justa». Con un precisión diplomática de largo alcance… Noticia Relacionada EDITORIAL opinion No Europa se conjura contra el antisemitismo Editorial ABC Ni siquiera las matanzas contra civiles perpetradas por Hamás han servido para que la izquierda más radical compadezca a Israel «La lucha contra el terrorismo no puede sustituir a la búsqueda de la paz», afirmó el presidente francés, agregando: «Para nosotros, la seguridad del Estado de Israel, la lucha contra la erradicación del terrorismo en el región, y el respeto de las aspiraciones legítimas de todos son un conjunto indisociable. Quienes confunden la causa palestina y la justificación del terrorismo cometen una grave falta moral, política y estratégica«. Esa afirmación de fondo y gran calado es la matriz esencial de la política de Francia: defensa de la integridad de Israel, reconocimiento de las «aspiraciones legítimas» de los palestinos, rechazando de manera radical, absoluta, de cualquier tentación terrorista, subversiva. Los grandes aliados A juicio de Macron, los EE. UU. y «todos los grandes aliados», comparten, en bastante medida, ese lejano e hipotético proceso de paz, afirmando sus diálogos personales, a muchas bandas, con los más altos representantes de los EE. UU., Israel, los grandes países árabes y los miembros más eminentes de la UE. El presidente francés no citó en ningún momento ninguna iniciativa ni diálogo particular con España, silenciosa presidenta en funciones de la UE. Macron pronunció su llamamiento a la unidad de la Nación , cuando proseguían enfrentamientos violentos manifestantes pro palestinos y fuerzas del orden, en la parisina plaza de la República, finalmente disueltos con gases lacrimógenos por las fuerzas anti disturbios. Ese análisis de fondo de la gran crisis, en Oriente Medio, con llamaradas de alcance mundial, sirvió de «prólogo» a otra cuestión esencial: «Nuestro deber, en estos momentos, es continuar unidos, como Nación y como República». «Esa unión será un escudo que nos protegerá contra todos los desbordamientos», continuó Macron, agregando: «Combatiremos juntos contra todos los excesos, el terrorismo, el antisemitismo. Nuestros compatriotas de confesión judía y musulmana no deben tener miedo. Estamos a su lado, para protegerlos. Hemos tomado medidas para dar seguridad a lugares de culto, escuelas y barrios. Ni sospechas ni violencias serán aceptables. Juntos, unidos, para evitar las tragedias que conocimos cuando sufrimos las plagas del antisemitismo y el terror. Los actos antisemitas y la apología del terrorismo serán severamente castigadas». Con todos los partidos Horas antes, Macron había reunido, en el Elíseo, a todas las fuerzas políticas parlamentarias, de la extrema izquierda (anti israelí) a la extrema derecha, pasando por el centro, la derecha nacional, los ecologistas, el PS y el PCF, que denuncian el terrorismo de Hamás, con pocos matices. Gérald Darmanin , ministro del Interior, había prohibido, todas las manifestaciones pro palestinas, pidiendo severidad para hacer respetar tal prohibición.
Source: abc internacional