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Biden aparta las discrepancias con Netanyahu y le ofrece su apoyo

Los altos cargos del Gobierno de EE.UU. salieron este sábado en tromba a condenar los ataques de Hamás contra Israel, el gran socio en Oriente Medio de la primera potencia mundial. Lideró la respuesta el presidente, Joe Biden , que dio un breve discurso a la nación tras hablar por teléfono con Benjamin Netanyahu , algunas horas después de que comenzaran las operaciones múltiples del grupo terrorista en territorio israelí. «EE.UU. está con Israel, nunca dejaremos de defenderlo», dijo desde la Casa Blanca, acompañado por su secretario de Estado, Antony Blinken . Biden, que describió los ataques de Hamás como «inconcebibles», buscó garantías de apoyo a su socio en un momento turbulento de sus relaciones: el presidente de EE.UU. ha criticado la reforma judicial impulsada por el Gobierno de coalición de Netanyahu, con elementos extremistas, y que busca restar independencia al poder de los jueces. Biden tampoco vio con buenos ojos la creciente agresividad del Gobierno israelí en el desarrollo de nuevos asentamientos en Cisjordania, lo que considera un elemento de inestabilidad para la región. Todo ello llevó a que Netanyahu, contra la tradición, no fuera invitado a la Casa Blanca durante meses tras volver a asumir el cargo de primer ministro a finales de diciembre del año pasado. Finalmente, ambos líderes se vieron el mes pasado en Nueva York en los márgenes de la Asamblea General de la ONU. Noticia Relacionada estandar No Hamás siembra el terror en Israel, que sufre su 11-S Mikel Ayestaran La guerra vuelve a Gaza tras una infiltración de Hamás y unos bombardeos de Israel que dejan más de 400 muertos, miles de heridos y decenas de rehenes en manos de los islamistas «Nunca hay justificación para ataques terroristas», dijo Biden, que sostuvo que «Israel tiene derecho a defenderse a sí mismo y a su pueblo» y advirtió «a cualquier otro actor hostil a Israel que busque aprovechar esta situación» que el apoyo de su Administración a la seguridad de Israel es «sólido como la roca e inquebrantable». El mandatario estadounidense explicó que su Gobierno está coordinado a todos los niveles –«militares con militares, inteligencia con inteligencia, diplomáticos con diplomáticos»– con sus homólogos israelíes y que está en contacto cercano con líderes de la región –Egipto, Turquía, Qatar, Arabia Saudí, Jordania, Omán, Emiratos Árabes Unidos–, de la Unión Europea y de la Autoridad Palestina. «Nunca hay justificación para ataques terroristas», dijo Biden, que sostuvo que «Israel tiene derecho a defenderse a sí mismo y a su pueblo» Biden también dijo que seguirá «personalmente» en contacto con Netanyahu, que le dijo en su conversación telefónica que será necesaria una «campaña contundente y prolongada» contra Hamás en Gaza. El presidente no respondió a las preguntas que le gritaban los periodistas en la sala. Por ejemplo, si había habido un fallo de Inteligencia que había permitido esta operación de Hamás. El discurso de Biden llegaba después de muchos comunicados de tono similar de los principales altos cargos de su Administración, como el del propio Blinken o del secretario de Defensa, Lloyd Austin , que aseguró que el Pentágono trabajará para que Israel «tenga todo lo necesario para defenderse y proteger a sus ciudadanos frente a la violencia y el terrorismo indiscriminados». Unanimidad política Con la excepción de algunos elementos del ala izquierdista del Partido Demócrata, el alineamiento con Israel es incuestionable en los dos grandes partidos estadounidenses. Pero la nueva guerra abierta en Oriente Próximo ha servido para alimentar la guerra política que vive EE.UU. en la antesala de las presidenciales del año que viene. Los republicanos no tardaron en relacionar los ataques en Israel con el acuerdo alcanzado entre la Administración Biden e Irán el mes pasado: el régimen de Teherán se comprometía a la liberación de cinco estadounidenses a cambio del desbloqueo de 6.000 millones de dólares iraníes retenidos por EE.UU. «Los ataques de Hamás son una desgracia e Israel tiene todo el derecho a defenderse», reaccionó Donald Trump, favorito absoluto para ser candidato presidencial de los republicanos y que durante su presidencia endureció las relaciones de EE.UU. con Palestina, trasladó la embajada estadounidense a Jerusalén y, en uno de sus grandes logros internacionales, impulsó los llamados Acuerdos de Abraham , que normalizaron las relaciones de Israel con varios países árabes. «Tristemente, los dólares de los contribuyentes ayudar a financiar esos ataques», añadió en referencia a ese acuerdo con Irán, el principal financiador y sostén de Hamás, que no tardó ayer en celebrar los ataques. Es una acusación a la que se sumaron muchos republicanos – «Israel está pagando el precio de esas políticas», dijo Ron DeSantis , también candidato– y que criticaron demócratas como el senador Chris Murphy: «Ganar puntos políticos fáciles quitando la culpa a los terroristas es un regalo para Hamás ahora mismo». El acuerdo con Irán, según la Administración Biden, establece que esos 6.000 millones solo pueden ser empleados para fondos humanitarios y que en ningún caso vienen de los bolsillos de los contribuyentes ya que son fondos iranís retenidos. «Esos fondos no tienen nada que ver con los horrorosos ataques de hoy y no es el momento de difundir desinformación», criticó Adrienne Watson, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de EE.UU. La guerra en Israel lanza además por los aires uno de los grandes proyectos de Biden en política exterior: la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí . El presidente de EE.UU. criticó en su día los Acuerdos de Abraham de Trump, pero, ya en la Casa Blanca, los ha respetado y ahora buscaba ampliarlos con un país clave en la región. Washington había intensificado los contactos con Riad en los últimos meses, pero el ataque de Hamás y la respuesta de Israel ponen en duda cualquier progreso.
Source: abc internacional

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