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«Estamos en una emergencia educativa»: los padres se rebelan en México ante unos libros de primaria con fallos

Las batallas ideológicas en el ring de la educación son habituales en distintos países. Pero en México, la reforma auspiciada por Andrés Manuel López Obrador –AMLO– , plasmada en los libros de texto gratuitos, ha encendido alarmas que trascienden la polarización política. Ya no se trata solo de que se pretenda usar el contenido que aprenden los niños como una especie de arma de justicia social reparadora . No es tampoco sobre lo adecuado o no del enfoque en educación sexual. Ni siquiera sobre cómo se pinta el papel del Ejército en varias represiones populares. Esta vez la polémica alcanza al corazón de los pedagogos más sensatos, de los padres más preocupados, de los catedráticos concienciados con la educación de los pequeños: los contenidos de los libros gratuitos que elabora la Secretaría de Educación Pública (SEP) contienen graves errores pedagógicos en matemáticas o en lectoescritura . Además de fallos de Física o la decisión de eliminar las referencias a obras clásicas de la literatura. Y esos libros, su llegada a principios de curso a cada familia, era un momento muy especial desde principios de los años 60 del siglo XX. En muchos hogares, también hoy, eran los únicos libros. Noticia Relacionada estandar Si México, con récord de feminicidios, tendrá una presidenta en 2024 Borja Rama Tras ganar las primarias de Morena, Claudia Sheinbaum se enfrentará a la candidata conservadora Xóchitl Gálvez «Estamos en una emergencia educativa», explica Israel Sánchez, el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, con 106 años de historia. Desde hace años, su organización se centra en reclamar más y mejores infraestructuras , porque sigue habiendo escuelas sin luz o internet pero, este año, se han visto inmersos en lo que él llama una «emergencia educativa» por los nuevos libros de texto: «Los niños corren el riesgo de no aprender habilidades básicas , de lectura o de cálculo», explica. «Es una improvisación y una imposición, la tormenta perfecta», añade. Así que la vuelta al colegio, a finales de agosto allí, ha sido más agitada de lo normal en cuanto a los debates educativos. El análisis de su contenido ha hecho que alguno incluso ironice con el enfoque y escriba tuits como este: «De forma individual, y sin olvidar que eres parte de una comunidad emancipada que será guiada hacia la liberación por una vanguardia revolucionaria y humanista, responde: ¿Cuánto es 2+2?». Porque la idea del gobierno de AMLO era precisamente darle un enfoque colectivista a la educación y así, según han denunciado pedagogos como la prestigiosa Irma Villalpando, doctora en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México, se eliminan clásicos de la literatura, se alaban los poderes curativos de los chamanes, a los que se iguala en importancia con los descubrimientos de Marie Curie. Pero eso no es lo más grave. Ajenos a la realidad «Cada didáctica, de las matemáticas, de las ciencias, de la lectura, tiene un mecanismo y estos libros son ajenos a ellas totalmente», explica Villalpando, gran divulgadora de asuntos educativos. «Adolecen de la secuencia, no tienen una estructura organizada. Hay errores conceptuales en el proceso didáctico, en lectoescritura», añade. AMLO encuadra esta política educativa en la llamada Cuarta Transformación del país y son las teorías de la Nueva Escuela Mexicana las encargadas de difundir ese afán renovador. La asociación de padres que preside Israel se ha puesto a trabajar con una alianza de maestros, que engloba a unos 22.000, de la pública y de la privada, para poder proveer de materiales complementarios a las familias preocupadas por el posible paso atrás en la educación de sus hijos. «En México teníamos ya un retraso de un par de años por la pandemia y, ahora, con estos libros, irá a más», explica Israel Sánchez, en un punto de vista que comparte Villalpando. Los dos añaden, además, la preocupación de la falta de adaptación a la edad de los niños de los libros. Una de las imágenes erróneas del libro de matemáticas ABC En el caso de las matemáticas, además, desaparece un libro específico para ellas y se reducen los contenidos, cuando, a la vez, se está alertando en México, sobre la falta de ingenieros y profesionales en áreas donde el dominio de los números es vital. Raúl Rojas es catedrático emérito de inteligencia artificial de la Universidad Libre de Berlín, Premio Nacional de Ciencias, y una de las voces más autorizadas que se ha mostrado alarmado con los libros, hasta el punto de que fue él quien inició una de las llamas más fuertes de la polémica. Hace un par de meses, cuando empezaron a conocerse los textos, escribió un artículo en el que criticaba la desaparición del libro de matemáticas, con 220 páginas y una óptima organización y didáctica para que los niños de primaria dominaran los conceptos sobre los que hay un consenso mundial. « No hay una matemática mexicana» , dice Villalpando. Las sumas, las multiplicaciones, las fracciones se enseñan en todo el planeta y, en los sistemas educativos más exitosos, lo hacen con mucha práctica. En los libros nuevos, no hay ejercicios, según denuncia el catedrático Rojas. En su artículo iba explicando como las matemáticas, desde 1963, habían ido ganando importancia en estos libros. Hasta ahora. En Primaria habrá dos libros, Nuestros Saberes y Múltiples Lenguajes, más otro con educación por proyectos. «Los dos libros de material educativo consisten en cápsulas de dos o tres páginas cada una, sin ningún orden discernible. Se pasa de las abejas al código Braille, a ejemplos de algunas figuras geométricas, a cuestiones de igualdad social, etc. Es una desordenada Wikipedia de cápsulas didácticas», describía Rojas. Al ser gratuitos, en muchos hogares, también hoy, eran los únicos libros Para darse cuenta de la importancia de estos libros, el proceso de su elaboración está recogido en la ley de educación. El incumplimiento de algunos pasos es a lo que se ha agarrado la Unión de Padres de Familia para tratar de frenarlos en los tribunales. «Además de libros con carencias, son libros ilegales» , explica el presidente de la asociación, «y creo que es importante la lucha legal porque no podemos decirles a nuestros hijos que nos da igual que se salten la ley. Es una cuestión de respeto al Derecho», añade. Sólo con maestros Pero la inmensa mayoría están ya repartidos y el curso empezará con ellos en los pupitres. « Tenían que haber publicado antes los planes de estudio y luego los libros. No lo han hecho. Hay contenidos en los programas que no se tocan en los libros», explica Villalpando. El mismo desorden que hay en sus páginas. Además, el gobierno ha presumido de haber contado en exclusiva con maestros para su elaboración, algo que la pedagoga también considera un error: «Antes, participaban catedráticos, expertos, asociaciones de padres, no se trata de que decidan sólo los que están en las aulas». Las redes sociales se han llenado de ejemplos con fallos de envergadura. También es cierto que hay quienes celebran un enfoque mucho más nacionalista y centrado en la justicia social. Y ha habido profesores que se han manifestado a su favor en los pocos estados donde se paralizó el reparto momentáneamente. En los últimos días se viralizó un vídeo de una maestra favorable que, dando saltitos, celebraba que se iba a acabar con una visión individualista en la que se aplaudían las buenas notas de cada uno. « Quieren acabar también con la evaluación », explica Israel Martínez. Una de las explicaciones de la desiguladad de los libros mexicanos ABC Las lecturas también preocupan a Villalpando. «Se da más importancia a los saberes populares, a los mitos, leyendas y cuentos tradicionales y quitaron las más universales, las de mitología griega. No hay grandes autores . En los anteriores había espacio para la literatura popular pero no era a costa de acabar con otras lecturas. Había unas adivinanzas maravillosas de Octavio Paz, por ejemplo», explica Villalpando, que detalla que las grandes obras de la literatura universal también abordan asuntos que preocupan al gobierno mexicano: «Como si en Tolstoi no se hablara de clases sociales». «Las lecturas que van en esos libros son las únicas que hay en muchos hogares mexicanos», dice. Con una variedad y enfoque que ahora se ve muy restringido. «Si la escuela no presenta a García Márquez, esa familia no lo va a conocer, porque no tienen el capital cultural para hacerlo», añade sobre lo que significa en esos hogares sin libros. Lo único positivo de la polémica, según explica Israel Sánchez, es que ha unido a profesores, padres y expertos más allá de supuestas lineas ideológicas: « Estos libros no sirven», dice el padre de familia. Y esa crítica a los fallos pedagógicos es lo que ha unido a tantos. Incluso ha habido diputados de Morena, el partido de AMLO, que han compartido vídeos criticando los textos. Mientras se ignora qué pasará con los libros, la asociación de padres de familia trabaja para repartir material complementario. Villalpando alerta de que esa nueva escuela mexicana con esos libros hará más daño a los pobres: Los de las escuelas privadas tienen margen para enriquecer el curriculum, repartir otros libros. Una paradoja de esta educación de justicia social. «Siempre podemos volver a los del año pasado», añade Israel, sobre el caso de que ganen en los tribunales. A más de 200 páginas de matemáticas. A lecturas de Octavio Paz. A un conocimiento ordenado.
Source: abc internacional

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