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Agentes del centro de inmigración mexicano huyeron mientras ardía

México acaba de vivir una «tragedia que se recordará», al ser testigo del «mayor número de víctimas en un centro de internamiento de migrantes», según rezaban los titulares de la prensa de país mesoamericano. El pasado lunes por la noche un incendió provocado en un centro de detención en Ciudad Juárez, en el estado fronterizo de Chihuahua, dejó un balance de 38 muertos y 30 heridos , según las últimas cifras oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM). La diferencia de esta matanza respecto a otras que afectan a los inmigrantes que intentan cruzar México para alcanzar EE.UU. en camiones, abandonados a veces por las mafias criminales, es que los fallecidos el lunes estaban a cargo de las autoridades. Muchas de las víctimas habían sido detenidas por pedir limosna, vender artesanía o pararse en los semáforos para limpiar parabrisas en las calles de Ciudad Juárez. El incremento de la presencia de inmigrantes en esta localidad fronteriza en las últimas semanas –este mismo mes, cientos de venezolanos fueron rechazados cuando trataron de abrirse paso por uno de los puentes fronterizos a El Paso – ha provocado el malestar de los ciudadanos, lo que habría llevado al arresto de muchos de ellos. «No hay ningún propósito de ocultar los hechos, ningún propósito de proteger a nadie», aseguró ayer López Obrador En las últimas horas, el dolor por la tragedia se ha ido transformando en polémica e indignación después de aparecer unas imágenes en las que se ve a los inmigrantes recluidos en celdas cerradas con candados, lo que les impidió escapar de las llamas, mientras dos guardias abandonaban las instalaciones corriendo. Según recoge la prensa mexicana, antes de salir los agentes liberaron a las 15 mujeres. «Había humo por todas partes. Dejaron salir a las mujeres y a los empleados de inmigración », explicó una mujer venezolana, cuyo marido resultó herido leve. «A los hombres nunca los sacaron hasta que llegaron los bomberos», recoge el medio mexicano ‘Proceso’. Nada que ocultar La primera reacción del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el martes, desde su discurso matutino, fue culpabilizar a las propias víctimas del incendio, supuestamente motivado por una inminente deportación. La declaración provocó un fuerte rechazo por parte de las asociaciones de inmigrantes, que de manera reiterada han denunciado las detenciones de un buen número de ellos en celdas con candados, así como las condiciones de hacinamiento en espacios reducidos y sin ventilación. También denunciaron la revictimización de los inmigrantes por parte de las autoridades, al anunciar que la tragedia es consecuencia de una protesta, cuando el suceso se encuentra «en plena investigación». Tras conocerse las imágenes del vídeo, que se hicieron virales en las redes sociales, el presidente aseguró, en la ‘mañanera’, que no existía «ningún propósito de ocultar los hechos, ningún propósito de proteger a nadie, no se permite en nuestro Gobierno la violación de derechos humanos, ni se permite la impunidad», aseveró. «De ninguna manera vamos a ocultar los hechos, no vamos nosotros, de ninguna manera, a actuar en forma injusta ante esto que es tan doloroso, tan triste para nosotros», insistió. En cuanto a los datos que se conocen, afirmó que «hay versiones; tenemos ya una información preliminar, pero queremos tener todos los elementos para informar, si es posible hoy mismo. Informar sobre lo que sucedió en la versión del Gobierno que represento ». Según los primeros peritajes de la Fiscalía General de la República y autoridades de Chihuahua, los inmigrantes originaron el incendio al quitar el plástico a cables de energía eléctrica, para provocar un corto circuito y así prender fuego a colchonetas que tenían a su alcance, según recoge ‘La Jornada’. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard –al que la polémica de la falta de auxilio le puede salpicar y afectar a sus pretensiones a la carrera presidencial de 2024– comunicó que «los responsables directos de los hechos» habían sido presentados ante la Fiscalía General de la República para esclarecer la investigación. Y anunció que las autoridades mexicanas se habían puesto en contacto ya con las de Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, El Salvador y Venezuela «para informar de la tragedia ocurrida en Ciudad Juárez, y apoyar a sus consulados para auxiliar a víctimas y familias afectadas». Investigación exhaustiva Desde Ciudad de Guatemala confirmaron el martes que 28 de los fallecidos eran de nacionalidad guatemalteca y lamentaron que «la migración irregular lleva consigo una serie de riesgos que nuevamente han quedado en evidencia». Asimismo, llamaron a analizar la situación antes de emprender un viaje «que muchas veces no tiene retorno ni destino final». El siempre controvertido Nayib Bukele , presidente de El Salvador y con 12 nacionales afectados, también salió al paso pidiendo una justa investigación, mientras las autoridades hondureñas buscaban en la confusión inicial el paradero de cinco de sus compatriotas heridos. Su Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (Conadeh) pidió una investigación efectiva que no quede impune, dadas las sistemáticas violaciones de los derechos humanos que sufren las personas migrantes en tránsito hacia los Estados Unidos. El suceso ha provocado también la reacción de Naciones Unidas, que ha exigido a las autoridades mexicanas la puesta en marcha de una «investigación exhaustiva». El Papa Francisco, por su parte, ofreció una oración por las víctimas del «trágico incendio» al final de su audiencia general.
Source: abc internacional

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