La calma reinaba este martes delante de tribunal penal de Manhattan, el edificio donde se espera que Donald Trump sea imputado y puesto a disposición judicial en los próximos días. Tampoco había un gran dispositivo policial alrededor del mamotreto estilo ‘art-deco’ que alberga los juzgados y la oficina de la Fiscalía del distrito. Era una señal de que, contra lo que había pronosticado Trump el pasado fin de semana, ese día no ocurriría su arresto . Varios medios estadounidenses situaban la aprobación de la imputación para este miércoles, su comunicación para finales de la semana y la entrega de Trump el lunes, un día después de un mitin en Waco (Texas) que se prevé volcánico. Solo había este martes un par de personas que vociferaban proclamas a favor del expresidente, en medio de un enjambre de periodistas , con decenas de unidades móviles televisivas ya instaladas para los próximos días delante de los juzgados. Uno de los que protestaban iba armado con la misma lata de cerveza con la que se le vio en la víspera, cuando esta plaza sí concentró a un grupo algo más grande de seguidores de Trump, cerca de medio centenar. Entre ellos había las habituales presencias excéntricas del mundo pro-Trump -uno disfrazado de rata, otro con máscara de ‘Anonymous’ pintada con los colores nacionales-, pero la mayoría acudieron convocados por el Club de Jóvenes Republicanos de Nueva York. Noticia Relacionada estandar No La actriz porno y el candidato: el caso que cerca a Trump Javier Ansorena El pago para silenciar una relación extramatrimonial está a punto de costar la primera imputación del expresidente y una nueva tormenta política en EE.UU. «Esto solo le convierte a Trump en mártir », aseguró a este periódico Gavin Max, presidente de la organización, sobre la inminente imputación, que «le disparará en las encuestas» y le convertirá todavía más en un símbolo político: «La foto de su registro policial será un momento definidor de la política de esta generación». «Desgracia» Más que una protesta, la concentración parecía una rueda de prensa. El puñado de jóvenes republicanos respondía las preguntas de decenas de periodistas de todo el mundo, con toda la luz mediática puesta de nuevo en Trump. «Esto es una desgracia, algo sin precedentes y que da miedo », aseguró Chelsea -prefirió no dar su apellido- sobre el procesamiento a Trump, de quien pronosticó que «no tendrá un juicio justo». Las críticas se centraban en Alvin Bragg, el fiscal del distrito de Manhattan que ha liderado el caso contra Trump . Wax no dudaba de la intención política de su investigación: «Esto ha sido investigado por fiscales federales y por el predecesor de Bragg y lo desestimaron. Ahora llega en el medio de las primarias, donde Trump tiene una ventaja clara en las encuestas. La gente va a sumar dos y dos, la conexión lógica es fácil de ver». Solo había este martes un par de personas que vociferaban proclamas a favor del expresidente, en medio de un enjambre de periodistas Otros atacaban a Bragg por centrarse en Trump «cuando el crimen en Nueva York está en récords históricos, la ciudad es insegura, el metro es inseguro», denunció Kevin Smith. «Una casa de locos» Eran pocos los que acudieron delante del juzgado y todavía menos los que lo hicieron para apoyar a Bragg. Uno de ellos era Bob Fertik, armado con un póster que rezaba ‘Patriotas a favor del procesamiento’. «La gran mayoría de Nueva York y del país quiere que Trump responda ante la Justicia », aseguró a ABC. En una comparecencia posterior con la prensa, Wax desalentó a los republicanos a que acudan a este lugar a protestar en el momento en el que se produzca el arresto. «Será una casa de locos», dijo ante la posibilidad de que haya disturbios en este lugar. De momento, este martes solo era un plató de telediario.
Source: abc internacional