X
    Categories: Internacionales

La crítica del ministro del Interior italiano a los inmigrantes que partieron de Turquía indigna a la oposición

«La desesperación nunca puede justificar condiciones de viaje que pongan en peligro la vida de los hijos». Estas palabras del ministro del Interior, Matteo Piantedosi, a propósito de la tragedia por el naufragio de Calabria , han causado profunda indignación en la oposición y en las ONG, porque han sido interpretadas como una bofetada a las víctimas y una dura crítica a los inmigrantes que partieron desde Turquía y un ataque a las víctimas. Las palabras del ministro han sido calificadas por diversos líderes de la oposición como «inhumanas e indignas». El ministro Piantedosi, al comprobar la tormenta que han suscitado sus palabras, se ha justificado así: «Tragedias como estas deben inspirar un gran respeto por las víctimas». Pero luego, atacando a quienes lo critican ha asegurado: «Es vergonzoso que haya un nivel tan alto de explotación de tragedias tan grandes para cuestionar cuáles son los principios que deberían poder discutirse libremente». El ministro Piantedosi concluyó atacando a los traficantes de seres humanos y reiterando que «quienes huyen de una guerra no deben depender de contrabandistas sin escrúpulos; deben ser las políticas responsables y solidarias de los Estados las que ofrezcan la salida a su tragedia». La socióloga y filósofa Chiara Saraceno ha comentado la inicial declaración del ministro, en la que cargaba en los padres la responsabilidad de lanzarse en la aventura de atravesar el Mediterráneo poniendo en peligro la vida de la familia : «¿De verdad no vale la pena desafiar hasta la muerte para salir de lo que se considera una no vida? -Se pregunta la socióloga Saraceno- Entonces, ¿qué pasa con los ucranianos que persisten, con nuestra ayuda, en no darse por vencidos, los iraníes que continúan protestando obstinadamente a pesar de que son muy conscientes del riesgo que corren? ¿Qué alternativa estamos dispuestos a ofrecer a los desesperados sino la condena de quedarse donde la vida les es imposible?, se pregunta en ‘La Repubblica’ la socióloga Chiara Saraceno. Noticia Relacionada estandar Si Italia descubre la ruta migratoria turca: más cara y peligrosa Ángel Gómez Fuentes Los traficantes envían a sus víctimas a las costas de Calabria y Apulia después de que Erdogan cerrase el camino que conducía a Grecia Cada uno de los inmigrantes que han vivido la tragedia del naufragio de Calabria tiene su propia historia dramática. Una de ellas conmueve especialmente porque se trata de Javed, un padre afgano, 43 años, quien ha perdido a su mujer y tres hijos, uno de once años, el segundo de 9 y el menor de 5. Una tragedia que ha contado a los medios informativos Sergio Di Dato , el jefe de misión de la ONG M édicos Sin Fronteras , que ofrece asistencia a los supervivientes del naufragio, unos 60: «Dejó su país porque estaba en una situación de peligro con los talibanes y por ello -explica Di Dato- decidió trasladar a su familia a Europa«. Pero ahora no encuentra paz y se acusa a sí mismo: «Es culpa mía… No debí hacerlo… para salvarme lo perdí todo», repetía Javed que tuvo que acudir al polideportivo de Crotone para reconocer los cadáveres de sus familiares. «Hay un hilo conductor en estas historias dolorosas –reflexiona el coordinador de MSF, Di Dato– y es el de haber encontrado la muerte buscando una vida mejor. Nunca había visto una tragedia así, con tantas víctimas». «Es culpa mía… No debí hacerlo… para salvarme lo perdí todo», repetía Javed, que ha perdido a su mujer y a tres hijos en el naufragio Hasta ahora han sido recuperados 64 cuerpos, que están en féretros de color marrón, y blancos para los niños, alineados en el palacio de los deportes de Crotone. Algunos han podido ser identificados y sus nombres aparecen en una placa en el ataúd. En otros solo se ha podido poner un acrónimo, como Kr40M28: «Kr» significa Crotone, «40» indica cuadragésimo hallazgo; «M» hombre, y 28 la edad (aproximada). Aún hay decenas de desaparecidos.  Nuevos datos Nuevos datos de la tragedia se van conociendo mediante el relato que hacen los supervivientes a la policía judicial. Había tanta la gente hacinada en la bodega del barco que partió desde Turquía, que dos traficantes tenían que disponer los turnos de los inmigrantes a bordo para que salieran a tomar el aire a cubierta: «Era asfixiante. Nos hacían subir para respirar y luego nos mandaban de nuevo a la bodega del barco«. Un superviviente hace también la descripción de uno de los tres traficantes de seres humanos que controlaban a los inmigrantes: «Era un turco que tenía un tatuaje en el pómulo derecho. Daba órdenes a los demás tripulantes. Luego había dos paquistaníes». Uno de los tres contrabandistas tiene Covid.
Source: abc internacional

news :