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El derribo del globo espía chino le abre a Biden una crisis política

El cálculo, hace dos semanas, de un general norteamericano de que en 2025 podría estallar un conflicto armado entre Estados Unidos y China extrañó a muchos; sin embargo, tras lo ocurrido en días recientes, en Washington ya no parece algo tan extemporáneo. La Casa Blanca acusó este fin de semana a la dictadura comunista de un caso burdo de espionaje tras haber abatido sobre aguas del Atlántico un globo espía con un misil. Pekín, por su parte, afirmó que la presencia del globo en el espacio aéreo estadounidense fue un error, que el artefacto era para usos científicos y que se reserva ahora el derecho de responder del mismo modo. El presidente Joe Biden dejó que el globo avanzara a merced de los vientos desde que entró a EE.UU. por Idaho, en el noroeste, y hasta que llegó a aguas del Atlántico en la costa sureste de las Carolinas, el pasado sábado. Solo entonces, tras las durísimas críticas de los republicanos por permitir que el globo sobrevolara bases militares de todo tipo, Biden dio la orden de derribo al Pentágono : empleó un caza F22, que disparó un único misil que perforó el globo. El artefacto llevaba en los bajos un dispositivo de unos 500 kilos y del tamaño de tres autobuses, que captaba imágenes. Una vez que el globo espía chino ha sido derribado, la misión estadounidense ha pasado a ser de rescate. El dispositivo se cayó desde una altura de más de 17.000 metros a una profundidad de 14 metros en aguas del Atlántico, ante la costa de las Carolinas. La Armada y la Guardia Costera de EE.UU. participan en el rescate de los restos con buzos y drones submarinos. También se han sumado a la operación agentes del FBI, de la Policía judicial de EE.UU., y de las agencias de inteligencia, que se encargarán de clasificar y evaluar los restos. China, a través de sus medios oficiales, ha criticado a EE.UU. por «una evidente reacción exagerada y una grave violación de los usos internacionales». Su Ministerio de Defensa asegura que «se reserva el derecho de tomar las medidas necesarias para hacer frente a situaciones similares». Acaba, pues, la fase de acercamiento entre Washington y Pekín tras el cordial y largo encuentro de noviembre en Bali entre Biden y su homólogo chino, Xi Jinping, que acaba de reforzar su poder total en el régimen comunista. El jefe de la diplomacia de EE.UU., Antony Blinken , debería haber llegado este domingo a Pekín para proseguir en la pacificación de las relaciones, pero canceló el viaje tras la captación del globo. China respondió después por sus medios oficiales que se reserva el derecho a «tomar nuevas medidas» y criticó a EE.UU. por «una evidente reacción exagerada y una grave violación de los usos internacionales». En su declaración del domingo, recogida por la agencia Ap, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino afirmó que «China defenderá resueltamente sus derechos e intereses legítimos y, al mismo tiempo, se reserva el derecho a tomar nuevas medidas en respuesta». El Ministerio de Defensa de China añadió el mismo domingo que «se reserva el derecho de tomar las medidas necesarias para hacer frente a situaciones similares». «Beijing Biden» Desde los años de Donald Trump, con sus aranceles y trabas comerciales, las relaciones entre las dos mayores potencias económicas y militares se han ido deteriorando. Las acusaciones de Trump sobre los orígenes del coronavirus y las exigencias de los republicanos de que China sea más transparente sobre el asunto han tensado todavía más las relaciones. Biden, además, fue criticado por Trump durante la última campaña electoral por los millonarios negocios de su hijo en China, negocios que no han sido aclarados del todo y que en principio investiga la Fiscalía junto otras empresas en Ucrania. Trump, ducho en los apodos y los motes, bautizó al hoy presidente como «Beijing Biden», usando el término estadounidense para la capital china, Pekín. Por eso, han criticado tanto los republicanos las acciones del presidente ante el famoso globo. Hace solo un par de meses esas críticas se hubieran quedado en eso, pero desde principio de año, con la nueva legislatura, los conservadores son mayoría en la Cámara y, por lo tanto, tienen el poder de abrir investigaciones al poder ejecutivo . El nuevo presidente de la comisión de Exteriores de la Cámara, Michael McCaul, ya ha dicho que en estos días abrirá una investigación sobre la decisión de Biden de no reventar el globo hasta que entró en territorio marítimo. El senador de Mississippi Roger Wicker, líder republicano en la comisión de Defensa del Senado, dijo que «permitir que un globo espía del Partido Comunista de China recorra todo el territorio continental de EE.UU. antes de abatirlo es una desastrosa imagen de debilidad por parte de la Casa Blanca». El senador Thom Tillis, republicano de Carolina del Norte, añadió: «Ahora que este vergonzoso episodio ha terminado, necesitamos respuestas de la Administración Biden sobre el proceso de toma de decisiones. Se permitió a la China comunista violar la soberanía estadounidense sin impedimentos durante días. Debemos estar mejor preparados para futuras provocaciones e incursiones de los comunistas chinos». Hace apenas una semana, un general estadounidense, Mike Minihan, vaticinó en un memorando filtrado en redes sociales, que habrá una guerra entre EE.UU. y China en 2025. Las razones para esta predicción son que en 2024 hay elecciones en Taiwan, la isla que China amenaza con anexionarse, así como en EE.UU., lo que supone una menor atención en este país a asuntos internacionales. «Las razones y oportunidades se alinean para Xi [Jinping] en 2025», escribió el general Minihan. Taiwán entre en escena Estando como está en el centro de las tensiones en Asia, el gobierno de Taiwán se ha alineado con EE.UU. y acusa a China de una grave violación de la soberanía de otro país con un método, el del globo, que ha usado sobre la misma isla en anteriores ocasiones. «Tales acciones del gobierno del Partido Comunista Chino contravienen la ley internacional, violan el espacio aéreo de otros países y violan su soberanía», dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán en un comunicado, en el que pidió al Gobierno de China que «cese inmediatamente conductas de este tipo que invaden otros países y causan inestabilidad regional».
Source: abc internacional

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