X
    Categories: Internacionales

En busca de rosas y lirios del valle para recordar a Lilibeth

Tres variedades de orquídeas –’cattleya blanca’, ‘odontoglossum’ and ‘cypripedium’– como símbolo del amor, la belleza y la fuerza, combinadas con fragantes lirios del valle y ramas de ‘Hypocalymma angustifolium’ o mirto blanco, en referencia a Australia. Es una descripción del ramo de novia con el que, el 20 de noviembre de 1947, la por entonces Princesa Isabel subió al altar para contraer matrimonio con Felipe Mountbatten . Aquel ‘bouquet’ desapareció durante la celebración y sabemos de él porque en jornadas posteriores acabó organizándose un posado fotográfico de los recién casados con una réplica del ramo perdido. Sesenta y cinco años más tarde de aquella boda real y tres días después del fallecimiento de quien fue su protagonista, una hilera de clientes sale de la primera ‘flagship store’ –o sucursal– de una de las floristerías más emblemáticas de Londres: Pulbrook & Gould, abierta en 1956 por Lady Susan Pulbrook y su amiga Constance Spry en el corazón del exclusivo distrito de Belgravia. Lady Pulbrook se jubiló a los 94 años y falleció cuando contaba 105. Selecta clientela Esta floristería –proveedora de la Familia Real , de actrices y ‘celebrities’, así como de las élites financieras de Londres– es toda una institución en una ciudad en la que comprar flores, al menos una vez a la semana, es tan recurrente como el ritual del té o la cultura de pub. Bailes de sociedad en el hotel Dorchester en los años 50; la boda de Lady Pamela Mountbatten , en 1960, o la de los duques de Kent , en 1961; el enlace de la princesa Alexandra de Kent y el financiero Angus Ogilvy, en 1963; la de Sarah Armstrong Jones con Daniel Chatto, en 1994; o la exquisita decoración floral de la serie ‘Arriba y abajo’ figuran entre sus hitos. Joan Collins, Vanessa Redgrave, Judi Dench o la condesa de Wessex se cuentan entre sus habituales. En el interior de la filial de Pulbrook & Gould en la que entramos, en el 42 de Buckingham Palace Road, y en cuyo escaparate luce una gran fotografía de la difunta monarca rodeada de hortensias blancas, Roika y Aleksander forman a buen ritmo impecables ramos de rosas (en los que domina el color rojo). Los envuelven en un varias capas de papel de diferentes texturas, del rústico al seda, los atan con un cordel y los colocan en unos recipientes a la vista de los clientes, quienes pagan 10 libras por una única flor y entre 45 y 160 libras por un ‘bouquet’ con el que salen camino de Buckingham para rendir tributo a la Reina. Flores para la historia Nos atiende Erik Karlsen, un experimentado y amabilísimo florista, al frente del establecimiento junto a Ea Hynes –«se encuentra ahora mismo en el almacén, pero no olvide mencionarla en el reportaje, por favor», ruega–, y le sometemos a un breve interrogatorio sobre el protagonismo de las flores en estas jornadas históricas para el Reino Unido. «Sin duda, las rosas, que además están en temporada, son las flores más demandadas; las de color rojo y las blancas. Y tras las rosas, los lirios del valle, que eran la flor favorita de la Reina Isabel. Los británicos expresamos nuestros sentimientos a través de las flores, y más ahora que estamos de luto por nuestra querida Reina: tristeza, admiración, respeto… Isabel II era una gran entendida, le apasionaba la floricultura, así que qué menos que dejar un ramo o una sencilla flor en su memoria», explica Karlsen. ¿No teme el desabastecimiento?, le preguntamos tras saber que potentes cadenas como Marks & Spencer vendió todas sus existencias –con una media de 20 euros por ramo– al día siguiente del fallecimiento de Isabel II, entrando en pánico ante la posibilidad de no recibir suficiente suministro para la creciente demanda de estos días. De hecho, un mánager de M&S aseguró al portal MyLondon que «estamos intentando por todos los medios conseguir más flores, haremos todo lo posible, pero no podemos prometer nada». En la cadena Sainsbur’s, donde también surten de flores a quienes allí llenan la cesta de la compra, se quedaron sin producto antes de la tarde del 9 de septiembre. En Pulbrook & Gould, sin embargo, se muestran muy tranquilos. «Nuestras flores se cultivan en Irlanda, estamos en temporada y hay ‘stock’», explica Erik Karlsen. Ramos para la Reina Arriba, Erik Karlsen con sus empleados, Roaika y Aleksander, en Pulbrook & Gould. Debajo, dos aspectos de Green Park, donde se están acumulando los ramos en memoria de Isabel II Ángeles Ródenas Cuando Lady Di falleció, llegó a acumularse un millón de ramos a la entrada de su residencia, en Kensington Palace; los montones de flores sobrepasaban el metro y medio de altura; incluso, se apuntó que en todo el país, entre su muerte, el 31 de agosto de 1997, y su funeral, el 6 de septiembre, se adquirieron 65 millones de ramos en su memoria. Doce días son los que mediarán entre el anuncio del deceso de Isabel II y su enterramiento en Windsor. Y en esta suerte de luctuosa rivalidad entre quienes en su día fueron suegra y nuera, las entregas de flores a la Reina parece que alcanzarán cifras inimaginables. Pero no será hasta el día después de su enterramiento en la Capilla de San Jorge , en Windsor, cuando se haga balance. Alfombra vegetal De momento, decenas de miles de ramos se acumulan, día a día, hora a hora, contra las verjas de Buckingham Palace , al pie de los árboles de St. James Park, en los monumentos y muros de The Mall, en las praderas de Green Park, donde se colocan siguiendo un serpenteante trazado… Y cientos de voluntarios van quitando los plásticos de los ramos y los cordeles que los sujetan para ser recliclados. Las flores acabarán convertidas en compost. Así sucederá en Londres, Balmoral , Edimburgo, Sandringham, Windsor… Noticia Relacionada estandar No «¿Dónde está el Rey?»: expectación y decepción entre el público concentrado en St. James que esperaba a Carlos III Isabel Gutiérrez Rico Tras la intervención del rey de armas desde el balcón, mucha gente daba por hecho que saldría el nuevo rey, pero no ha sido así Antes de abandonar Pulbrook & Gould, animamos a Erik Karlsen a que diseñe el ramo que él, personalmente, dejaría en memoria de Isabel II: «Sería un ‘bouquet’ no muy grande, pero variado, con rosas, jacintos, dalias, alguna orquídea y, por supuesto, que no falten sus queridísimos lirios del valle». ¿Y a Catalina, la nueva Princesa de Gales? Y, por supuesto ¿a la Reina Camila ? Karlsen lo tiene claro: «En ambos casos, solo rosas, pero en tonos apagados: salmón, marfil o algún amarillo».
Source: abc internacional

news :