X
    Categories: Internacionales

Liz Truss, la amiga de Boris que quiere parecerse a Thatcher

Mary Elizabeth Truss no es una política especialmente carismática. De hecho, hay quienes la califican directamente como «sosa» , sobre todo si se le compara con un personaje tan excéntrico como Boris Johnson . Pero tiene carácter, es inteligente y ha construido su carrera sin prisa pero sin pausa. Pasó incluso por ministerios como el de Comercio, el de Exteriores, el de Igualdad, el de Justicia y el de Educación en los Gobiernos de David Cameron, Theresa May y Boris Johnson. Empezó joven, irónicamente cantando consignas contra Margaret Thatcher, a quien admira tanto que incluso intenta parecerse a ella copiándole los atuendos. Su madre, enfermera de izquierdas, era miembro de una organización a favor del desarme nuclear y se llevaba a la pequeña Liz, que nació en Oxford en 1975, a las manifestaciones. Su padre, académico de matemáticas, también estaba, como ella misma apuntó en el pasado, «a la izquierda de los laboristas», y no se ha involucrado en su campaña. De hecho, años atrás se mostró «horrorizado» cuando una carta del partido en el buzón reveló que su hija se había afiliado a los ‘tories’. Durante su etapa en la Universidad de Oxford, donde estudió filosofía, política y economía , se convirtió en presidenta de los liberal demócratas. Casada con Hugh O’Leary, y madre de dos hijas que actualmente tienen 13 años, Liberty, y 16 años, Florence, fue escorando cada vez hacia la derecha y en el 2010 entró al Parlamento siendo ya una ‘tory’, con una vida profesional paralela en la industria de la energía y las telecomunicaciones, donde durante una década ejerció como gerente comercial y económica, en empresas como la petrolera Shell y en Cable and Wireless. Infidelidad Su aterrizaje en la Cámara de los Comunes estuvo rodeado de polémica aún antes de producirse, ya que salió a la luz que le había sido infiel a su marido durante casi dos años con su compañero conservador y mentor, Mark Field, cuyo matrimonio acabó en divorcio. El de Truss y su marido, por el contrario, sobrevivió a la tormenta, al igual que su carrera política, en parte gracias a la intervención de Cameron, que detuvo una rebelión en su contra. Siguió escalando y coleccionando seguidores y detractores en el camino e incluso sobrevivió, una vez más, a otra crisis: la organización del gabinete de May. Convencida brexiter de línea dura, estrechó sus lazos con Boris Johnson en pleno divorcio con la UE y fue nombrada por el hombre al que este lunes en su primer discurso llamó «amigo» como ministra de Comercio, un papel que le dio más visibilidad. Hasta hoy, ha sido leal a su líder, a quién agradeció esta mañana haber consumado la separación con la Europa comunitaria. «Aunque se ha presentado a sí misma como la heredera de Johnson (en lugar de cómo una oportunidad para un reinicio), ha enfatizado su historial en el gobierno como alguien que cumple», dice Jill Rutter, investigadora del ‘think thank’ UK in a Changing Europe, que opina que «su historial es menos impresionante de lo que aparenta». «Apenas dejó una marca como ministra de Medio Ambiente, salvo por su himno al queso y la carne de cerdo británicos [en referencia a un discurso entusiasta en el que habló de ambos temas y sigue siendo objeto de mofa]», señala. Durante su etapa en la Universidad de Oxford, donde estudió filosofía, política y economía, Truss se convirtió en presidenta de los liberal demócratas «Aunque su papel en el recorte de gastos que podría haber reducido las aguas residuales en las playas y ríos del Reino Unido está bajo escrutinio», añade Rutter. Como detalle positivo, Rutter apunta que como ministra de Exteriores «consiguió lo que sus predecesores, Boris Johnson y Jeremy Hunt, no lograron, asegurando el pago a Irán que permitió a Nazanin Zagari Ratcliffe reunirse con su familia». Pero peor ha sido su actuación con respecto a Ucrania, ya que «Johnson tuvo que controlarla, por ejemplo, cuando instó a los británicos a ir a luchar allí», algo que es ilegal. La cuestión irlandesa «Su otro logro autoproclamado es el proyecto de ley del Protocolo de Irlanda del Norte, pero hasta ahora no ha logrado nada », y en este momento «el DUP todavía se niega a unirse al Ejecutivo en Irlanda del Norte; la UE se niega a negociar y ha reiniciado y ampliado los procedimientos legales en curso; y el Reino Unido todavía está excluido de los programas clave de la UE, incluido Horizon Europe», subraya Rutter. Un contexto que hace que «las relaciones entre el Reino Unido y la UE están en su punto más bajo, con la posibilidad de una guerra comercial». Dicen que cuando tenía siete años, Truss hizo de Thatcher en unas elecciones simuladas en el colegio. Nadie la votó. Cuarenta años después, se ha cobrado aquella afrenta infantil convirtiéndose, como la Dama de Hierro, en líder conservadora y primera ministra.
Source: abc internacional

news :