X
    Categories: Internacionales

Truss y Sunak intentan conseguir apoyos antes de que el lunes se anuncie cuál de los dos sucederá a Johnson

El duodécimo debate por el liderazgo del Partido Conservador británico que se celebró este miércoles por la noche en el Wembley Arena de Londres, reunió a decenas de fanáticos de Liz Truss y Rishi Sunak, que se vieron las caras por última vez durante la campaña en la que han estado sumidos desde que el aún primer ministro Boris Johnson anunciara que se iba el pasado 7 de julio, tras sobrevivir a varios escándalos durante los tres años que lleva como premier. A las afueras del recinto también habían algunos grupos de manifestantes, desde los europeístas que siguen lamentándose por el Brexit hasta quienes se oponen a la política migratoria de enviar a quienes crucen el Canal de la Mancha a Ruanda, pasando por quienes se oponen a la subida de los precios de la energía. Nick Ferrari, de la cadena LBC, fue el anfitrión de una noche en la que la ministra de Exteriores y el que fuera ministro de Finanzas hasta su renuncia, que ayudó a precipitar la caída de Johnson, no solo expusieron sus puntos de vista en un último intento por convencer a los votantes tories, cuyos cerca de 200.000 miembros están llamados a votar antes del viernes a las cinco de la tarde, sino que intentaron transmitir que el partido está unido. Truss, que se mostró orgullosa de que el Reino Unido haya sido el primer país en enviar armas a Ucrania después de que Rusia invadiera la nación en febrero, habló primero ante el público tras la introducción que hizo sobre su labor el ex líder tory Iain Duncan Smith, de sus compromisos económicos, de su agenda en caso de ser elegida como la nueva primera ministra, y aprovechó para criticar duramente la labor del alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan. Además, hizo referencia a la urgencia de que en las elecciones generales del 2024, la capital británica «sea conservadora». «Creo que una mujer es una mujer», dijo también, abogando por los espacios separados por sexos, una declaración cuando menos polémica en un país en el que, por ejemplo, se ha amenazado de muerte a la escritora de Harry Potter, J.K. Rowling, por su posición respecto a la transexualidad. Después le llegó el turno a Sunak, a quien Michael Gove hizo de telonero. Gove no solo se dedicó a presentar al candidato al que decidió apoyar tras compartir gabinete con ambos, sino que tuvo unas palabras para Johnson, «el hombre que consumó el Brexit», el que «apoyó a los ucranianos» cuando los demás aún no actuaban. Después dio paso a Sunak, que entró como una estrella de rock al ritmo de la música a todo volumen. Truss lo había hecho igual minutos antes, pero sus seguidores en el recinto eran no solo menos, sino menos entusiastas, mientras que la entrada triunfal del ex ministro de Finanzas fue un auténtico baño de masas. «Van a elegir o a una primera ministra mujer o al primer ministro británico no blanco», declaró en su último discurso, en el que manifestó que «Liz es una fantástica ministra de Exteriores». Sunak, que no escatimó elogios y lisonjas para la mujer con la que en estas últimas semanas ha dejado claro que hay dentro del partido una importante brecha, abogó, como ella, por exponer como enemigo común a los laboristas. Y en lo que muchos entendieron con un mensaje contrario a la política de Johnson, se comprometió a liderar un gobierno basado en «la integridad». Noticia Relacionada estandar Si Los desafíos del nuevo ‘premier’ tras el verano del descontento en el Reino Unido Ivannia Salazar Quien gane las primarias conservadoras tendrá por delante un otoño lleno de obstáculos, marcado por el aumento de los precios de la energía Luego le llegó el turno a Ferrari, un peso pesado de la televisión británica, de usar su voz para transmitirle a cada uno las preguntas de los miembros del partido e incluso hubo unos minutos dedicados a las preguntas del público presente en la que uno y otro respondieron lo que llevan diciendo todo el mes: una, que no subirá impuestos, el otro, que controlará la inflación; ella, que pondrá solución a la subida de los precios del gas y la electricidad, él, que tomará el control de las fronteras. Truss consideró que el país debería usar más los recursos que tiene en el Mar del Norte, y que debería comenzar con el fracking. Además, apuntó que es vital que la guerra en Ucrania acabe para que la crisis de la energía se alivie. Sunak aprovechó su imagen de «hombre de familia», como lo definió una de sus seguidoras en una breve conversación con ABC, para apuntar que trabajará por «un país seguro» para que crezcan sus dos hijas. Las encuestas siguen dando a Truss como favorita para hacerse con los cargos de líder tory y de primera ministra, pero no se descarta que Sunak dé una sorpresa de última hora. Después de todo, dijo una seguidora a este diario, a veces los resultados de estas consultas son equivocados.
Source: abc internacional

news :