El régimen de Daniel Ortega finalmente ordenó la detención de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y Estelí, y una de las figuras religiosas más críticas con la dictadura. La sociedad civil y organismos de derechos humanos tildan de «secuestro», ya que se desconoce si existe una orden judicial. Los hechos ocurrieron a las 3:40 de la madrugada de este viernes, al cumplirse más de 15 días de arresto domiciliario. Hasta el momento, no se sabe el paradero del religioso y siete personas más que estaban con él al momento de su captura. Fuentes eclesiásticas aseguraron que los oficiales golpearon la puerta y luego entraron con violencia a la curia de Matagalpa, donde vivía monseñor. Días antes, la alta jerarquía católica de Nicaragua estaba presionada por el régimen para obligar al sacerdote a un destierro. No sería la primera vez que obligan a un líder religioso al exilio, los casos más emblemáticos son el de monseñor Silvio Báez y el padre Edwin Román , ambos exiliados en Miami. Con monseñor Álvarez, todavía no hay certeza de cuál será su destino, hasta que el Ministerio Público publique su acusación. Noticia Relacionada estandar No Daniel Ortega continúa su cruzada contra la Iglesia católica y detiene a un tercer sacerdote Francisco Villalta Al acoso a los templos se suma la apertura de una investigación contra un obispo por «ejecutar actos de odio», según la Policía de Nicaragua Además de monseñor Álvarez fueron sustraídos los sacerdotes José Luis Díaz, Sadiel Eugarrios, Ramiro Tijerino, Raúl González. También los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira y el camarógrafo Sergio Cárdenas. Las muestras de rechazo a la más grande embestida del régimen contra la Iglesia Católica ha causado condenas en todos los ámbitos. «Condeno la cobarde y vil persecución de la dictadura de Nicaragua contra la Iglesia Católica. La Iglesia del mundo entero debe volver los ojos hacia mi país. Necesitamos la oración, la cercanía y la denuncia de toda la Iglesia. Les ruego de corazón: ¡No nos abandonen!», escribió a través de Twitter monseñor Báez. «Condenamos enérgicamente el asalto a la curia episcopal de Matagalpa y el secuestro criminal de Monseñor Rolando Álvarez y demás sacerdotes y laicos que le acompañaban. ¿Dónde se los llevaron? Exigimos le respeten la integridad personal y la vida», aseguró por su parte el Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh). El obispo Álvarez es una de las voces más críticas contra la dictadura en los púlpitos. Sus homilías hacían mucho énfasis contra las violaciones a los derechos humanos que el régimen ejecuta desde las protestas de abril de 2018, cuando miles salieron a las calles para exigir la salida del Gobierno. Eso provocó que el asedio en su contra aumentara. El cinco de agosto, la Policía controlada por el régimen abrió un proceso investigativo en contra de monseñor Álvarez por «intentar organizar grupos violentos y ejecutar actos de odio en contra de la población». Según la autoridad, el sacerdote «prevaliéndose de su condición de líderes religiosos, utilizando medios de comunicación y redes sociales están intentando organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población… con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales».
Source: abc internacional