El todavía primer ministro italiano, Mario Draghi, logró el miércoles la confianza del Senado, pero no la mayoría, porque tres partidos de su Gobierno no votaron para aprobar su discurso: Forza Italia, la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S). Los populistas mandaron a su casa a Draghi, la personalidad más prestigiosa del país, que ha realizado durante diecisiete meses de Gobierno una gran labor, con reformas importantes, dando credibilidad a Italia. Noticia Relacionada estandar No Draghi, dispuesto a continuar si se aceptan sus condiciones Ángel Gómez Fuentes Este miércoles, día decisivo en la crisis, con discurso de Draghi en el Senado y votación de confianza por la tarde Draghi obtuvo la confianza en el Senado, con 95 votos a favor y 38 en contra. No votaron 133 senadores, pertenecientes al M5S, Liga y Forza Italia. El quórum se pudo garantizar por la presencia de senadores del M5E en calidad de «presentes pero no votantes», una estrategia para evitar que no hubiera número legal en la votación, lo que hubiera obligado a repetirla. Cabe recordar algunas frases de Draghi en el discurso, haciendo hincapié en la importancia de la abstención de la Liga, Forza Italia y el M5E: «No votar confianza en un Gobierno del que uno forma parte es un claro gesto político, que tiene un significado evidente. No se puede ignorar, porque equivaldría a ignorar al Parlamento. No es posible minimizarlo, porque llega después de meses de lamentos y ultimátums». En un clima de resignación, el debate en el Senado se cerró sin número legal para aprobar una resolución sobre el discurso que Draghi pronunció por la mañana en el Senado. El primer ministro dio explicaciones sobre su dimisión del pasado jueves, rechazada por el presidente, Sergio Matarella, después de que el M5E saliera del Senado para no votar la confianza al Gobierno. Los partidos políticos demostraron que piensan ya en las elecciones generales , que se deberían haber convocado para la primavera próxima. En manos de Mattarella El primer ministro tomó nota del resultado de la votación y se dirigirá al Palacio del Quirinal en las próximas horas, hecho que todavía no se había producido al cierre de esta edición. Los medios italianos plantearon la hipótesis de que Draghi presente su dimisión irrevocable al presidente Mattarella. El jefe del Estado podría decidir entonces un adelanto electoral , convocando a los italianos a las urnas el 25 de septiembre o el 2 de octubre. Pero es posible que Mattarella se tome unas horas de reflexión y, tras la dimisión de Draghi, convoque a consultas a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados. Después, el presidente podría disolver las Cámaras y convocar elecciones generales. Poco después de conocerse el resultado de la votación, el ex primer ministro Enrico Letta , líder del Partido Democrático, escribió: «En este día de locura, el Parlamento decide ir contra Italia. Hemos puesto todos los esfuerzos posibles para evitarlo y apoyamos al Gobierno de Draghi. Los italianos demostrarán en las urnas que son más sabios que sus representantes». Draghi pronunció un contundente discurso en el que reivindicó las medidas tomadas por su Gobierno y criticó con dureza al M5E y la Liga El discurso de Draghi duró poco más de media hora y resultó muy bueno en la sustancia, al exponer con gran claridad y determinación todos los problemas del país, las reformas y el programa que debe llevar adelante el Gobierno. El primer ministro lo pronunció de forma perentoria , sin ninguna mano izquierda ni rodeos diplomáticos. Incluso elevó la voz, con cierta rabia, como no lo había hecho nunca en el Parlamento, reivindicando los resultados obtenidos gracias a las fuerzas políticas cuando trabajaron «en el interés de la patria» y poniendo límites claros para que se pudiera continuar con el Gobierno de «unidad nacional». Sus palabras fueron acogidas con gran frialdad por parte del M5E. Tampoco agradó a la Liga, pues la dureza mostrada por Draghi contra estos dos partidos creó un clima de altísima tensión. Miedo a la inestabilidad La líder de Hermanos de Italia , Giorgia Meloni , acusó a Draghi de pedir «plenos poderes» para permanecer como primer ministro. Draghi respondió con una breve réplica: «El apoyo que he visto en el país me ha llevado a proponer un pacto de coalición y someterlo a su votación, ustedes deciden. No hay solicitud de plenos poderes». Sin duda, un adelanto electoral beneficiará al centro derecha, porque la mayoría de las encuestas indican que podría obtener la mayoría absoluta . Pero para Italia, la marcha de Draghi puede representar un grave problema en un momento crítico, en medio de una delicada situación económica con riesgo de recesión, crisis energética y pandemia sin ser todavía derrotada. El 66 por ciento de los italianos está en contra de un adelanto electoral, porque retrasa la solución a problemas inmediatos que tiene el país. La consternación es grande en numerosos sectores del país, donde se levantó un clamor pidiendo la continuidad de Draghi en el cargo. También desde el exterior fueron incontables las peticiones de permanencia del primer ministro. Solo en Moscú se recibirá con regocijo su dimisión, por la posición de firmeza que ha demostrado con la condena de la invasión de Ucrania y su firme ayuda a Kiev.
Source: abc internacional