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Joe Biden se desdice y estrecha lazos con los saudíes

Tras haber prometido convertir a Arabia Saudí en un «Estado paria» por el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi y otras graves vulneraciones de los derechos humanos, Joe Biden llegó este viernes a ese reino árabe y se reunió cordialmente con sus dirigentes. A su llegada a Yeda, el presidente estadounidense saludó abiertamente con un golpe de puño al Príncipe heredero Mohamed bin Salman, a quien su propia Casa Blanca ha acusado de ordenar la muerte de Khashoggi, en su rol como gobernante de facto del reino. Luego tuvo una amplia reunión con el Príncipe y su equipo. Fue, según la presidencia estadounidense, la escenificación necesaria de un cambio forzado por la crisis mundial provocada por la invasión rusa de Ucrania, en línea con el acercamiento reciente a Venezuela, que como Arabia Saudí, es dueña de grandes depósitos de petróleo. Hasta ahora, Biden se había negado a hablar con el Príncipe Bin Salman, primero en línea de sucesión al trono que actualmente ostenta su padre, el Rey Salman, de 86 años. Biden dijo después en unas breves declaraciones que sacó el tema del asesinato de Khashoggi al comienzo de su reunión con el príncipe heredero saudí. «Le dije, muy directamente, que para un presidente estadounidense guardar silencio sobre una cuestión de derechos humanos es inconsistente con lo que somos y con lo que yo soy. Siempre defenderé nuestros valores», dijo Biden, a modo de justificación. Después alegó que si EE.UU. deja un vacío en la zona, lo cubrirán Rusia o China rápidamente. El equipo del presidente convocó esas declaraciones de forma algo apresurada después de que la foto suya chocando el puño con Bin Salman se viralizara rápidamente en redes sociales. Antes de esta visita, Biden ha criticado duramente al reino por sus vulneraciones más básicas de los derechos humanos, en particular el asesinato de Khashoggi, que vivía en EE.UU. y escribía para medios norteamericanos. Antes de llegar a Jeda, el mandatario estadounidense defendió estas reuniones. «Nunca me he callado mis opiniones sobre derechos humanos» , dijo el presidente el jueves en una conferencia de prensa en Israel. «Sin embargo, la razón por la que voy a Arabia Saudí es mucho más amplia, es para promover los intereses de EE.UU. Y por eso hay tantas cuestiones en juego, que quiero dejar claro que podemos seguir liderando en la zona y no crear un vacío que sea llenado por China o Rusia». Noticia Relacionada estandar Si Primer encuentro de Biden con el líder saudí, al que en 2018 convirtió en «paria» Francisco de Andrés La entrevista de hoy apunta a que Biden pasará página sin ninguna referencia expresa al asesinato del periodista saudí Khashoggi En el camino de Biden se ha cruzado la invasión rusa de Ucrania, y el efecto de las sanciones, sobre todo un alza dramática de los precios del combustible. Arabia Saudí es uno de los principales productores de petróleo del mundo, y al controlar gran parte de la producción puede influir sobre el precio. Al mismo tiempo, la corona saudí está buscando inversiones de EE.UU. para que su economía deje de ser tan dependiente del crudo. A su llegada a Arabia Saudí, Biden fue recibido por el gobernador de La Meca, el Príncipe Jalid bin Faisal . Después fue a verse con el Rey Salman, cuya salud es delicada ya que acumula dos hospitalizaciones este año. En esa primera reunión ya estuvo presente Bin Salman. En la segunda, Biden se vio con el mismo Bin Salman, cuyo cargo oficial es el de ministro de la Defensa, y otros mandatarios saudíes. En ambas reuniones la prensa quedó esquinada, sin poder hacer preguntas, pero en la segunda un periodista norteamericano, Peter Alexander, de la cadena NBC, pudo gritarle a Bin Salman: «Jamal Khashoggi, ¿pedirá perdón a su familia?». Según dijo Alexander, Bin Salman se sonrió antes de que su equipo de seguridad expulsara a los periodistas de la sala. Lo cierto es que días después de llegar a la Casa Blanca, Biden autorizó que se publicara el informe oficial de la Inteligencia estadounidense sobre el asesinato de Khashoggi en Turquía, que concluía claramente que fue realizado «en nombre de» y «aprobado» por el Príncipe Bin Salman, quien consideraba al disidente una amenaza para el reino. Hubo sanciones contra 76 saudíes y se congeló una venta de armas temporalmente. Ausente de ese castigo estuvo Bin Salman. En Arabia Saudí, ocho personas fueron declaradas culpables por la muerte de Khashoggi y cinco de ellos fueron sentenciados a muerte. Después esas condenas fueron rebajadas a 20 años de prisión. Desde entonces, las relaciones se han normalizado. El año pasado el Departamento de Estado aprobó un acuerdo que cubre hasta 500 millones de dólares en servicios de apoyo militar para Arabia Saudí, y envió el acuerdo al Congreso para su revisión. Tal y como anunció el Pentágono, incluye el mantenimiento de una amplia flota de helicópteros de fabricación estadounidenses, incluidos helicópteros CH-47D Chinook. Incómoda relación De la incómoda relación entre Biden y Bin Salman depende gran parte del futuro de la zona, como la posibilidad de establecer lazos diplomáticos entre Israel y Arabia Saudí; el flujo mundial de petróleo y su precio, y contener las ansias expansionistas de Irán, que envía o financia milicias en zonas tan distantes como Afganistán, Yemen, Líbano o Sudamérica. Como gesto con Biden, antes de su llegada, Arabia Saudí anunció que abre sus cielos a los vuelos que vienen del espacio aéreo israelí, algo hasta ahora prohibido. El asesor de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan, elogió la medida en una conversación con la prensa: «Esta decisión es el resultado de la diplomacia persistente y de principios del presidente con Arabia Saudí durante muchos meses, que ha culminado con su visita de hoy». Visita de Biden a Bin Salman en Jedda, Arabia Saudí La medida se produjo justo antes de que Biden se dispusiera a tomar un vuelo como primer presidente estadounidense en viajar directamente desde Israel al reino saudí, y bien puede ser un paso previo a la normalización total de las relaciones entre los dos países, un objetivo de EE.UU. desde la era de Trump. Con este último ya normalizaron relaciones con Israel otros países árabes como Emiratos, Baréin o Marruecos. El presidente de EE.UU. participará el sábado en una reunión de líderes del Consejo de Cooperación del Golfo, Arabia Saudí, Baréin, Kuwait, Omán, Catar y Emiratos, antes de regresar a Washington. También asistirán los líderes de Egipto, Irak y Jordania. Esta visita de Biden ha sido más sobria que la de Donald Trump al mismo país en 2017, cuando fue recibido fastuosamente, por danzas con sables y posados para fotografías con otros líderes colocando sus manos sobre un globo resplandeciente.
Source: abc internacional

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