Por segunda vez en cinco días, la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES), que reúne a los grupos parlamentarios de extrema izquierda, socialista, comunista y ecologista ha vuelto a estrellarse contra su propia y fallida moción de censura parlamentaria contra el gobierno de Emmanuel Macron. En una Asamblea Nacional (AN) de 577 escaños, s olo 146 diputados votaron a favor de la censura , automáticamente rechazada, a media tarde del lunes. Cuatro diputados de izquierda decidieron no votar la censura apoyada por su propia coalición. No era necesario conocer el voto muy mayoritario de diputados de centro, derecha y extrema derecha contrarios a la censura. Nuevo fracaso parlamentario , ligeramente esperpéntico, de unas izquierdas que se han dejado arrastrar por la gesticulación más estéril. El pasado martes, día 5 de este mes de julio, Élisabeth Borne, primera ministra, presentó en la Asamblea Nacional (AN) su ambicioso programa de gobierno. Y, por vez primera, los 150 diputados de extrema izquierda, socialistas, comunistas y ecologistas, minoritarios, apoyaban y reclamaban una moción de censura. Cuatro de ellos han cambiado de opinión en cinco días. Los 250 diputados del partido y la mayoría relativa del presidente Macron rechazaban la moción de censura. Los 89 diputados de extrema derecha consideraban «inútil» la moción de censura. Los 74 diputados de Los Republicanos (derecha tradicional) anunciaron su deseo de un «diálogo crítico». El proyecto de moción de censura quedaba automáticamente derrotado. Vuelta a la carga Cinco días más tarde, NUPES volvió a la carga, el lunes. A sabiendas que se trataba de una moción de censura condenada al fracaso : las izquierdas son minoritarias y están divididas. Desde la extrema izquierda, en nombre de NUPES , Mathilde Panot, afirmó ante la Asamblea Nacional que el gobierno de Macron y su mayoría parlamentaria, siempre, son, a su modo de ver, una «anomalía democrática». Desde la extrema derecha, Alexandre Loubet criticó el comportamiento de las izquierdas , afirmando que «desprecian al pueblo: no respetan los resultados electorales». Desde la derecha tradicional, Christophe Naegelen denunció un «montaje teatral», destinado a «hacer ruido y fracturar a la nación». Desde el partido de Macron , Aurore Bergé comentó: «Negándose a aceptar el resultado de las elecciones democráticas, las izquierdas asesinan el funcionamiento de la democracia y las instituciones, cuando tienen la minoría absoluta». Más allá de un nuevo fracaso parlamentario, el debate con voto de la moción de censura ha permitido confirmar que, tras las apariencias de «unidad», la NUPES, con varios grupos parlamentarios diferentes, de extrema izquierda, socialistas, comunistas, ecologistas, se ha transformado en una fuerza de «oposición radical» , pero muy minoritaria, cuyo griterío permanente corre el riesgo de una erosión implacable. Élisabeth Borne, la primera ministra, resumió la situación con claridad caústica: «Las izquierdas perdieron la elección presidencial. La NUPES perdió las elecciones legislativas. En la Asamblea Nacional, la NUPES se ha dividido en varios grupos parlamentarios. Y, con el fracaso a repetición de su moción de censura, confirma que está sola en su minoría». Hundidos el PS y el PCF , desaparecida la izquierda europeísta, las izquierdas francesas están «dominadas» por La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista), que aspira a liderar la oposición contra Emmanuel Macron.
Source: abc internacional