La moción de censura presentada por La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista) contra el nuevo gobierno de Emmanuel Macron, quedó automáticamente rechazada en Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento francés, ante la inexistencia de una mayoría que la apoyase. A pesar del rechazo de principios, LFI desea seguir defendiendo su proyecto , que debiera ser votado el viernes o la semana que viene. A primera hora de la tarde del miércoles, tras un discurso de hora y media, Élisabeth Borne, primera ministra, presentó un ambicioso proyecto de gobierno , pero no pidió ningún voto de confianza a la AN. La censura quedaba hipotecada. Los 250 diputados del partido y la mayoría del presidente Macron rechazaban la moción de censura. Los 89 diputados de extrema derecha consideraban «inútil» la moción de censura. Los 74 diputados de Los Republicanos (derecha tradicional) anunciaron su deseo de un «diálogo crítico» . Solo los 149 diputados de extrema izquierda, socialistas, comunistas y ecologistas, apoyaban la moción. Ante esa minoría, la moción de censura quedó automáticamente rechazada, sin más discusiones. LFI «amenaza» con volver a la carga de su proyecto de censura durante las próximas sesiones parlamentarias. De entrada, Macron y su gobierno pueden gobernar con mayoría simple, modesta pero real. Las oposiciones de izquierda, derecha y extrema derecha tienen menos escaños y están muy divididas . El proyecto macroniano Élisabeth Borne, primera ministra, presentó un ambicioso programa de gobierno, insistiendo en los grandes principios del proyecto macroniano : defensa de la soberanía nacional y europea, con respuestas «rápidas y enérgicas» en favor del poder adquisitivo, la reforma del modelo industrial, la reforma del sistema nacional de pensiones, el control de las fronteras contra la inmigración ilegal, la nacionalización completa del primer productor nacional de electricidad, Électricité de France (EDF). El Estado ya controlaba el 80 % del capital de EDF. Ante la crisis económica y el riesgo de crecimiento «incontrolado» del precio de los suministros energéticos, Macron, antiguo liberal a la francesa, ha optado por la próxima nacionalización completa del primer productor nacional de electricidad. En nombre de la extrema derecha , Marine Le Pen rechazó todas las propuestas gubernamentales, adoptando un tono apocalíptico contra Europa, la UE y la Alianza Atlántica. Mathilde Panot, presidenta del grupo parlamentario de LFI, hizo una respuesta ultra radical , estimando que Macron y su gobierno «estimando en vías de descomposición política». En nombre de Los Republicanos (derecha tradicional), Olivier Marleix prometió una «oposición responsable» , dispuesta a aprobar algunos proyectos macronianos. Una quincena de diputados de la más diversa sensibilidad, en la oposición, de la extrema izquierda a la extrema derecha, criticaron severamente los proyectos macronianos. Por su parte, los portavoces de Renacimiento (partido de Macron) y Juntos (coalición macroniana) defendieron la necesidad de gobernar y reformar, en tiempos de crisis, cuando la guerra causa estragos en el corazón de Europa. Rechazada automáticamente moción de censura, Macron, su gobierno y mayoría parlamentaria, modesta pero real, pueden comenzar a gobernar en un clima de tensión parlamentaria permanente , con un rosario de huelgas en perspectiva.
Source: abc internacional