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50.000 trabajadores se suman a la peor huelga ferroviaria en el Reino Unido en 30 años

Este martes comenzó en el Reino Unido una semana que se prevé caótica y que hace recordar los meses de la pandemia en los que la población tuvo que quedarse en casa. Sin embargo, esta vez no es por causa de un virus sino de la peor huelga del transporte ferroviario en tres décadas. Los más de 50.000 trabajadores que se han sumado al paro están en contra del recorte de los puestos de trabajo y de las amenazas de posibles cambios en los acuerdos laborales y de pensiones, y además exigen una subida de sueldo cercano al 11% que permita hacer frente a la inflación. Y aunque hay convocadas dos jornadas oficiales más, el jueves y el sábado, se espera que mañana miércoles también reine el caos en las líneas de metro, ya que los empleados de los turnos nocturnos, como los encargados de la señalización o los centros de control, no los harán esta noche, provocando retrasos en las primeras horas de la mañana. Además, Network Rail, el organismo público que gestiona la mayor parte de las infraestructuras de la red ferroviaria de Inglaterra, Escocia y Gales, advirtió que «solo el 60 por ciento de los trenes estarán funcionando».

En ciudades como Londres el parón de las líneas de metro y de trenes provocó atascos infernales en muchas carreteras, así como largas colas para subir a los autobuses, y quienes decidieron optar por el transporte privado como taxis o Uber se encontraron no solo con que no había suficientes choferes disponibles, sino con que el aumento de la demanda provocó un importante aumento de los precios. Una enfermera que trabaja en un centro médico de Chiswick, al oeste de la capital británica, le contó a ABC el periplo de poco más de tres horas que vivió para llegar a su lugar de trabajo desde el lado opuesto de la ciudad. «No todo el mundo puede quedarse haciendo teletrabajo», aseguró, y aunque estaba molesta por lo sufrido en un día, además, caluroso, afirmó que apoya a los huelguistas. «Los precios no paran de subir y mucha gente no llega a fin de mes», argumentó. Pero no todo el mundo está de acuerdo. Miles de personas no pudieron acudir a citas en el hospital o a los colegios, lo que generó importantes críticas a los huelguistas, cuya protesta podría costarte al país unos 91 millones de libras esterlinas, según cálculos de los analistas.

Pese a que es la cuarta huelga en lo que va de año, el primer ministro Boris Johnson ha dicho que no está dispuesto a ceder a las demandas de los sindicatos. Tampoco lo están los altos mando de Network Rail, que en una carta a los sindicalistas indicaron que seguirán adelante con los planes para recortar casi 2000 puestos de trabajo y revisar las horas laborales con el fin de reducir costes.

Los laboristas, por su parte, indicaron que «la única forma de resolver la disputa ferroviaria es a través de la negociación». «El Gobierno podría usar su poder de convocatoria para que eso suceda. Está eligiendo no hacerlo. Creemos que eso es irresponsable», aseguró en un programa de la BBC Radio 4 la baronesa Jenny Chapman, quien agregó que la posibilidad de que haya más huelgas en el futuro solo hace que la necesidad de negociar sea «más urgente». «No queremos que lo que hemos visto hoy se repita durante el verano», puntualizó.
Source: abc internacional

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