Esa partida de material militar incluye helicópteros, sistemas de armas antitanque Javelin, vehículos tácticos y piezas de repuesto, según dijeron el mismo martes funcionarios estadounidenses en una llamada con periodistas. El presidente Biden solicitó y obtuvo del Capitolio, que controla los presupuestos, un gasto total de ayuda a Ucrania de 40.000 millones de dólares, ratificado por él mismo en 2022.
La Casa Blanca trata de mantener un complejo equilibrio entre apoyar a Ucrania en su defensa ante los ataques aéreos rusos y darle armas que no sean empleadas para atacar objetivos rusos dentro de Rusia, lo que supondría una implicación mayor de EE.UU. en este conflicto. Biden ha dicho reiteradamente que no enviará soldados estadounidenses a combatir en suelo ucraniano.
Ese nuevo material provendría de los arsenales del Pentágono gracias a la autorización previa del presidente Biden, y puede llegar a Ucrania con relativa rapidez. Los soldados ucranianos también necesitarán de entrenamiento en su manejo, algo que puede demorar su empleo en el campo de batalla algunas semanas.
Los soldados ucranianos también necesitarán de entrenamiento en su manejo, algo que puede demorar su empleo en el campo de batalla algunas semanas
Tras las insistentes peticiones del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, Biden ha confirmado que enviará sistemas de misiles de medio alcance, con una cobertura de unos 70 kilómetros. Cuando EE.UU. le ofreció a Zelenski evacuarle ante una posible toma rusa de Kiev, el mandatario ucraniano dijo que lo que él y su pueblo querían era armamento para defenderse.
Esos misiles son HIMARS, siglas en inglés de Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, con lanzaderas montadas en camiones. El coste estimado por misil es de unos 100.000 dólares.
Se espera que Ucrania pueda utilizar los misiles en la zona del Donbass, donde se ha centrado la agresión rusa en semanas recientes, y donde ese armamento podría interceptar obuses de la artillería rusa. El Donbass, donde están las zonas rebeldes de Donetsk y Lugansk, lleva en conflicto desde la primera invasión de 2014, cuando Rusia se anexionó Crimea.
Según ha dicho el presidente Biden en un comunicado: «EE.UU. seguirá proporcionando a Ucrania más de las armas que están utilizando con tanta eficacia para repeler los ataques rusos. Este nuevo paquete les armará con nuevas capacidades y armamento avanzado, incluyendo [sistemas de lanzamisiles] y munición, para defender su territorio de los avances rusos».
Garantías
Por su parte, el jefe de la diplomacia norteamericana, Antony Blinken, dijo en otro comunicado que EE.UU. ha recibido garantías expresas de los ucranianos de que «no utilizarán estos sistemas contra objetivos en territorio ruso». «Existe un fuerte vínculo de confianza entre Ucrania y EE.UU.», añadió el secretario de Estado.
Según informa la agencia Ap, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo a los periodistas el miércoles que EE.UU. está «echando leña al fuego de forma deliberada y diligente» y que no se fía de las promesas de Ucrania.
Por otra parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo este miércoles durante una visita a Washington que pronto convocará una reunión en Bruselas con representantes de Suecia, Finlandia y Turquía para abordar el veto de este último a la entrada de esos países europeos a la alianza. Ambos pidieron su entrada a la OTAN al considerar amenazada su seguridad tras la invasión rusa de Ucrania.
El secretario Blinken por otro reiteró que EE.UU. «apoya los esfuerzos» para la entrada de Finlandia y Suecia a la Alianza y afirmó que las «preocupaciones» de Turquía están siendo «atendidas», informa Efe.
Source: abc internacional