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El Senado de EE.UU. confirma a Ketanji Brown Jackson, la primera juez negra del Supremo

El Senado de Estados Unidos ha confirmado este jueves 7 de abril a la primera mujer de raza negra en acceder a la Corte Suprema de la nación. La magistrada Ketanji Brown Jackson ha obtenido 53 votos a favor, todos los demócratas y tres republicanos, y 47 en contra, republicanos.

El presidente, Joe Biden, que eligió a la juez Jackson, ha invitado a esta a la Casa Blanca a ver en directo el resultado de la esperada votación. Tras asegurarse la mayoría de votos en el Senado, ambos se han abrazado.

Los demócratas solo tienen 50 votos frente a los 50 de los republicanos, y la vicepresidenta Kamala Harris, que también preside el Senado, suele emitir el voto de desempate. Finalmente Harris no tuvo que desempatar y acudió al Senado simplemente a presidir la votación, que calificó de histórica.

El grueso de los senadores republicanos, sobre todo los más conservadores, se opuso a Jackson porque la consideran demasiado a la izquierda, y le critican que en su trabajo como juez haya dictado sentencias que consideran blandas en delitos de todo calado, incluida la posesión de pornografía infantil.

Votación histórica
La Casa Blanca y los demócratas en el Capitolio han calificado la votación de histórica, por ser la primera vez que una afroamericana toma asiento en la máxima instancia judicial de EE.UU., que tiene apenas nueve asientos.

Jackson, que hasta ahora ha sido juez en una corte federal de casación, tiene 51 años, y es doctorada en Harvard. Antes que ella ha habido solo dos jueces negros, ambos varones: Thurgood Marshall, fallecido en 1993, y Clarence Thomas, uno de los más conservadores en la bancada, en activo.

La magistrada Jackson, que se incorporará al Supremo cuando el juez Stephen Breyer se retire en junio o julio, es además la sexta mujer de una historia de más de dos siglos y 115 jueces. De los nueve magistrados actuales, otras tres son mujeres: las progresistas Sonia Sotomayor y Elena Kagan, y la conservadora Amy Coney Barrett.

Los republicanos que han apoyado a Jackson son todos considerados centristas: Susan Collins, de Maine; Lisa Murkowski, de Alaska, y Mitt Romney, de Utah, que fue candidato a la presidencia en 2012. El caso de Romney es llamativo porque él mismo votó contra la juez Jackson cuando el Senado decidió sobre su nominación para juez federal.

La elección de magistrados del Supremo se ha convertido en un asunto altamente controvertido en los últimos años, y el bipartidismo ha fracasado a cada paso. Donald Trump pudo elegir a tres jueces del Supremo, y los demócratas se opusieron a los tres. En 2016, los republicanos ni siquiera consideraron al elegido por Barack Obama para sustituir al conservador Antonin Scalia tras su fallecimiento, y le dejaron la elección a Trump tras ganar las elecciones.

Ante la comisión de Justicia del Senado el mes pasado, Jackson dijo que su carrera ha estado influida por la segregación racial y las leyes de derechos civiles que se promulgaron una década antes de que ella naciera. Ha trabajado de abogada de oficio, en un bufete privado y como juez durante nueve años.

Según dijo la magistrada al testificar en la comisión de Justicia tras ser nominada: «He sido juez durante casi una década y me tomo muy en serio esa responsabilidad y mi deber de ser independiente. Decido los casos desde una postura neutral. Evalúo los hechos e interpreto y aplico la ley a los hechos, sin temor ni favoritismo, de conformidad con mi juramento judicial».

Aborto y tenencia de armas
Este año, el Supremo debe decidir de casos de gran calado como la legalidad de una ley de Mississippi que limita el aborto a las 15 semanas. Una decisión de 1973 lo permite «hasta que el feto sea viable», algo que se interpreta en torno a las 24 semanas. El Tribunal también considerará la constitucionalidad de una ley de Nueva York que impone límites muy estrictos a la tenencia de armas en público. El tribunal no ha emitido un fallo importante al respecto en más de una década.

En su composición actual, la Corte Suprema es una de las más conservadoras de la historia. Trump nombró a tres de los nueve jueces: Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Coney Barrett, antes mencionada. Se unieron estos a Thomas y Samuel Alito en una supermayoría conservadora.

En el centro queda el presidente del Tribunal, John Roberts, quien tradicionalmente también ha caído en el campo conservador. Tras la muerte en 2020 del icono de la izquierda Ruth Bader Ginsburg los denominados progresistas son solo tres: Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Breyer, que se jubila este curso.
Source: abc internacional

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