«En los contratos queda bien claro que se pagará en euros, como mucho en dólares, y en la conversación con Putin insistí que así seguirá siendo», dijo hoy Scholz
Scholz se mantiene de antemano en lo acordado por el G-7. «En los contratos queda bien claro que se pagará en euros, como mucho en dólares, y en la conversación con Putin insistí que así seguirá siendo», declaró este viernes, durante una comparecencia con el canciller austriaco Karl Nehammer en Berlín. «¿Qué es lo que pretende Putin exactamente?, lo analizaremos detenidamente, pero lo que está en vigor para las empresas es que pueden pagar en euros y así lo harán», zanjó.
Francia se unió también al plante. El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, que se entrevistaba en la capital alemana con su homólogo Robert Habeck, estuvo de acuerdo en que «es importante para nosotros que no demos la señal de que vamos a dejar que Putin nos chantajee», al tiempo que el ministro de Finanzas alemán, el liberal Christian Lindner, llamaba a las empresas europeas a «que no paguen en rublos». El primer ministro italiano, Mario Draghi, confirmó tras mantener por su cuenta otra conversación con Putin que el decreto incluye una puerta de atrás a través de la que todos los países miembros de la UE pueden seguir pagando el gas ruso en euros o dólares e intentó tranquilizar, asegurando que «el suministro de gas no está en peligro». Ante la confusión que creaban las declaraciones contradictorias de Moscú, Draghi explicó que «creo que ha habido un proceso de reflexión interna en Rusia que ha llevado a una mejor definición de lo que significa pagar en rublos o hacerlo según el presidente Putin». Finalmente, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, asintió finalmente que esos pagos europeos «pueden seguir realizándose como hasta ahora».
Nacionalizaciones
Con las reservas de gas al 26%, Alemania depende para el funcionamiento de su economía de que el suministro de gas ruso no sea interrumpido y ha decretado el primero de los tres niveles de alarma del sistema de emergencia. En caso de que deba decretar el tercer nivel, el Gobierno tendría que imponer racionamiento de gas a las viviendas y las empresas. Pero si bien Putin ha accedido a no cerrar por ahora el grifo del gas, al menos en algunas de sus declaraciones, eso no significa que Europa y Rusia hayan enterrado el hacha de guerra energética. Francia y Alemania se están preparando para un eventual corte de las importaciones de gas ruso, en palabras de Le Maire, «puede darse una situación en la cual el día de mañana, en circunstancias muy particulares, no haya más gas ruso (…) nos corresponde prepararnos para ese escenario y lo estamos haciendo».
El Ministerio de Economía alemán está madurando planes impensables hace solo unas semanas y ha encargado un estudio sobre la posible expropiación y nacionalización de las filiales alemanas de las energéticas rusas Gazprom y Rosfnet, según publica Handelsbaltt. Inspectores de la Comisión Europea llevaron a cabo este vierne una redada, con registros en varias de las sedes de Gazprom en Alemania, accediendo a sus bases de datos en virtud de una investigación por posibles manipulaciones de precios.
Source: abc internacional