A pesar de la aparente quietud de los cielos, vivimos en un lugar peligroso, amenazados de manera continua por una pléyade de rocas que recorren el espacio a velocidades de 50 kilómetros por segundo.
Source: muy interesantes
A pesar de la aparente quietud de los cielos, vivimos en un lugar peligroso, amenazados de manera continua por una pléyade de rocas que recorren el espacio a velocidades de 50 kilómetros por segundo.
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