X
    Categories: Internacionales

«Estuvimos escondidos en un sótano, ahora hemos huido a Moldavia»

Marcos (25) y Diana (23) nunca se imaginaron que pudieran vivir una guerra en primera persona. Marcos, español natural de La Rioja y Diana, ucraniana llevan dos años viviendo juntos en Odessa, desde que contrajeron matrimonio. Odessa es un punto clave en el sur de Ucrania al tener unos de los puertos más importantes a orillas del Mar Negro y cuenta con la base más importante para la flota ucraniana.«Estábamos durmiendo cuando escuchamos muchas llamadas y vimos en el móvil un mensaje:
Rusia está bombardeando Ucrania
. Empezamos a oír bombardeos. Teníamos mucho miedo«, cuenta esta pareja a ABC por vía telefónica.

El miércoles, de madrugada, las tropas rusas entraron en Ucrania. Llegaban a la vieja central nuclear de Chernóbil y en apenas dos días alcanzaban la capital, Kiev. Esa misma noche, esta pareja decidió coger lo necesario e ir a un sitio seguro. «En el trabajo de Diana tienen una especie de sótano bajo tierra. Ella llamó a su jefe para ver qué podíamos hacer y decidimos venirnos. Cogimos lo imprescindible: ropa, comida para unos días, los ordenadores, algo de dinero en efectivo y a nuestro gato», cuenta Marcos. Durante tres días permanecieron en esa especie de búnker, con otras dos personas y su mascota, a la espera de poder salir del país.

El ayuntamiento de Odessa, cuenta Marcos, recomendó que toda la población acudiera a sótanos y refugios. En Kiev, por ejemplo, se ha visto a los ciudadanos protegerse en el metro. «La primera noche sí que escuchamos bombardeos, pero lejanos y en el sótano estábamos tranquilos. Teníamos comida suficiente para varias semanas», relata. Lo que más les preocupaba era poder tener dinero en efectivo. «Ha habido grandes colas es en los cajeros automáticos. Solo nos permiten sacar 2.000 grivnas (unos 60 euros)«, narra este diseñador gráfico que desde hace dos años está viviendo en Ucrania.

Marcos, huido de Ucrania,
Tampoco les está permitido hacer transferencias bancarias internacionales. «Al ver la situación intenté pasar el dinero que teníamos en la cuenta ucraniana a mi cuenta española, pero no nos lo están permitiendo», asegura. En los alrededores de la capital es donde están localizadas las bases militares y donde se están produciendo bombardeos. La situación de este enclave es de incertidumbre.

Camino de Moldavia
Desde el jueves está pareja llevaba esperando conocer cuál iba a ser el plan de evacuación por parte de la embajada para los españoles que aún permanecían en suelo ucraniano: «El jueves llamé a la embajada y me dijeron que de momento no nos podían ayudar a salir».

Desde el Gobierno de España se está facilitando la evacuación de los españoles en suelo ucraniano a través de un convoy desde la capital hasta Polonia. A Marcos y Diana, al estar en Odessa, a casi 500 kilómetros de Kiev, la embajada les ha recomendado que permanezcan donde están a la espera de poder iniciar un nuevo plan de evacuación: «Nos han dicho que solo pueden ayudar a los que están en la capital».

Ante el cierre del espacio aéreo ucraniano, la única opción pasa por viajar por carretera. Desde la embajada, lo que les aconsejan es viajar «por sus propios medios» hacia un país fronterizo, como Moldavia, pero cuando la situación esté algo más tranquila. «La capacidad operativa está en Kiev», dicen desde la embajada.

«Con esta respuesta, no podíamos esperar más y decidimos irnos camino de Moldavia», añade Marcos. Su plan pasaba en ese punto por viajar en coche hasta el país vecino. «El jefe de mi novia nos ofreció su coche para irnos a Moldavia, y creemos que es la mejor opción», contaba.

Marcos, sobre su huída de Ucrania a Moldavia,
En el viaje, la pareja recogió a una madre con sus dos hijas que vieron varadas en la carretera. «No podíamos dejarlas allí», cuenta. Aunque Moldavia está a a penas 5 horas en coche el enorme flujo de personas que están abandonando el país por vías terrestres ha provocado grandes atascos y colapsos en las carreteras. Diana y marcos estuvieron durante diez horas en la frontera ucraniana para poder pasar al otro lado. «Después 2 horas en la (frontera) de Moldavia y tras más de 15 horas de viaje, pudimos llegar hasta la capital de Moldavia, Chisinau».

Las autoridades de este país cerraron
hace tres días el espacio aérero y declararon el estado de emergencia
por los riesgos de la invasión militar rusa en su país vecino. Aún así, cuenta Marcos que la huída ha sido «más tranquila de lo esperado». «Muchas tropas ucranianas, pero no hemos visto a ninguna rusa»

Y ahora, a mirar hacia adelante. «Diana y yo ya hemos hablado que una vez estemos en España, nos quedaremos. No queremos volver teniendo en cuenta esta situación«.
Source: abc internacional

news :