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Blinken dice que el objetivo de Rusia puede ser Kiev

Para la Casa Blanca la posibilidad de una invasión rusa de Ucrania es hoy más real que nunca, a pesar de las afirmaciones del Kremlin de que ha comenzado un repliegue. El mismo presidente de Estados Unidos dijo este jueves que esas promesas rusas son completamente falsas, y su Administración dijo tener pruebas, además, de que de hecho hay hoy más soldados rusos, unos 7.000 adicionales, rodeando Ucrania que hace apenas unos días.

«Creo que sucederá en los próximos días», dijo Joe Biden, convencido, en la Casa Blanca antes de ir a una visita a Ohio. Sobre la posibilidad de una invasión, el presidente afirmó que «es muy alta». «No han retirado a ninguna de sus tropas. Han traído más tropas, número uno. Número dos, tenemos razones para creer que están involucrados en una operación de bandera falsa».

Esa es una denuncia que la Casa Blanca lleva haciendo semanas. La de bandera falsa es una operación militar encubierta llevada a cabo por un gobierno y diseñada para aparecer como si hubiera sido llevada a cabo por otros, en este caso Ucrania. Así, Rusia fingiría ser víctima de un ataque para responder, siendo en realidad el agresor.

Tras esas afirmaciones del presidente, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, alertó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de que Rusia se está «moviendo hacia una inminente» invasión de Ucrania, y afirmó que el objetivo inmediato bien puede ser «llegar a Kiev», la capital, a apenas 380 kilómetros de la frontera.

«Estoy aquí hoy no para iniciar una guerra, sino para prevenirla», dijo Blinken en su intervención especial, ante los miembros del Consejo de Seguridad, que incluye a Rusia. El jefe diplomático norteamericano instó al Kremlin a replegar cuanto antes las tropas, tanques y aeronaves a sus bases, y a negociar por la vía diplomática. Según informan los medios estatales rusos, el portavoz del presidente Putin, Dmitri Peskov, respondió ayer que «lamentablemente, se siguen fomentando las tensiones con tales declaraciones».

El mes pasado, el Gobierno británico dijo que Rusia quiere derrocar al Gobierno legítimo de Ucrania, elegido en las urnas, y sustituirlo por otro afín y puesto directamente por el Kremlin. Rusia niega esas acusaciones y alega que las tropas movilizadas están o bien dentro de sus fronteras o bien en Bielorrusia, con el permiso de este país.

«El Gobierno ruso puede anunciar hoy, sin reservas, equívocos o excusas, que no invadirá Ucrania», dijo Blinken en su intervención en la ONU. «Díganlo claramente, díganlo al mundo y luego demuéstrenlo replegando sus tropas, sus tanques y sus aviones de regreso a sus bases, y enviando a sus diplomáticos a la mesa de negociaciones», añadió.

Dudas sobre el repliegue
Como ya hizo antes el presidente Biden, Blinken puso en duda las recientes afirmaciones rusas de que se han retirando los soldados de la frontera de Ucrania. Un funcionario estadounidense dijo a la prensa el miércoles por la noche que hay 150.000 soldados rusos rodeando a Ucrania. La anterior cifra circulada por la presidencia norteamericana era de alrededor de 100.000.

«Rusia dice que está reduciendo esas tropas», dijo Blinken. «No vemos que eso suceda sobre el terreno. Nuestra información indica claramente que estas fuerzas, incluidas tropas, cazas y barcos, se están preparando para lanzar un ataque contra Ucrania en los próximos días».

En ese foro de la ONU en Nueva York, Blinken se dirigió al resto de potencias mundiales y les dijo: «Esta crisis afecta directamente a todos los miembros de este Consejo y a todos los países del mundo, porque los principios básicos que sustentan la paz y la seguridad, principios que se consagraron tras las dos Guerras Mundiales y la Guerra Fría, están amenazados. Nos debemos al principio de que un país no puede cambiar las fronteras de otro por la fuerza».

Precisamente EE.UU. lleva semanas tratando de que sus socios en Europa se preparen para una posible agresión rusa como de la 2014, cuando Rusia invadió Ucrania y se anexionó la península de Crimea.

Este viernes y el sábado, 18 y 19 de febrero, Blinken participará, junto con la vicepresidenta Kamala Harris, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, en la que tratará las amenazas rusas e intentará sumar apoyos a la estrategia de la Casa Blanca de aplicar sanciones a Moscú si finalmente invade Ucrania.

Esas sanciones que impulsa Washington incluyen expulsar a Rusia del sistema bancario mundial; privarle del acceso a tecnología estadounidense y, sobre todo, cancelar un proyecto ya casi acabado de gasoducto a Europa.

Por su parte, tanto Blinken como Biden lamentaron este jueves que el Kremlin no hubiera respondido a una carta enviada el mes pasado por la Casa Blanca con una serie de propuestas concretas para reducir esta crisis. Momentos después de esas quejas, Moscú hizo pública su respuesta, en la que acusaba a Biden de «no dar una respuesta constructiva a los elementos básicos».

Esos «elementos» son las quejas rusas por la voluntad de Ucrania de entrar en la OTAN, y la entrega de armamento y otras ayudas a ese país por parte de EE.UU.
Source: abc internacional

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