Las tabletas han gustado a los consumidores. Es cierto. Pero tras la euforia inicial, este tipo de aparatos han demostrado sus limitaciones técnicas. Se utilizan, según diversos estudios consultados, normalmente para navegar un poco por internet, ver vídeos, consultar el correo y poco más. Cumplen su función pero a día de hoy no han cumplido el objetivo aquel que desde la industria se le prometía a los consumidores: «el sustituto de los portátiles». No ha sido así.
Las tabletas sufren además por todos los lados. La tasa de renovación y actualización es muy inferior comparada con los teléfonos móviles inteligentes. Una tableta de hace tres años puede funcionar perfectamente en la actualidad. Para el uso que se le da, cumplen perfectamente. Y eso se ha traducido en una caída, por segundo año consecutivo, de sus ventas. El pasado año se vendieron 178 millones de unidades, según la consultora IDC, lo que representa una caída del 16% respecto al año anterior.
Visto este escenario, los fabricantes han empezado a pensar en introducir en las tabletas más funciones para intentar atraer al público al tiempo que centran sus esfuerzos en lograr nuevos formatos para sus ordenadores portátiles; convertibles, híbridos y «gaming» son algunos de sus objetivos. Y Apple no podía ser menos. Una marca cuyo mantra no ha sido tanto llegar antes que los demás sino hacerlo mejor ha visto cómo el iPad, la tableta que en 2010 inauguró este mercado del que hablamos, ha venido perdiendo fuelle trimestre tras trimestre hasta el punto que muchos analistas ya pensaban que se quedaría como algo secundario.
Frente a ello, el gigante americano ha decidido evolucionar el iPad para acercarse al concepto de ordenador portátil y sus prestaciones. El resultado ha sido el iPad Pro, una línea que intenta alejarse del tradicional estigma de las tabletas=limitadas para adentrarse en un nuevo paradigma que podría decirse ya iniciado por Microsoft con su gama Surface. Durante la conferencia de desarrolladores WWDC, Apple desveló su nuevo dispositivo de un tamaño de 10.5 pulgadas pero que, dada la reducción de algunos biseles y marcos, a simple vista parece ser de menor tamaño. Mientras, sus modelos menos avanzados bajan de precio y pueden ser una buena alternativa para uso doméstico y para el entorno educativo.
Su lanzamiento se ha reforzado con la próxima versión de su sistema operativo móvil, iOS 11, que ha puesto mayor esfuerzo en ofrecer funciones muy interesantes a las tabletas y centradas en la productividad. ¡Quién dijo que iOS no servía para el trabajo! Con el nuevo ecosistema se intentará sacar mayor provecho a las prestaciones técnicas y potencia del iPad Pro, algo que no sucedía anteriormente. Versátiles, cómodos y potentes. Este es el objetivo de la marca de la manzana con este dispositivo que es hasta un 80% más potente que muchos portátiles del mercado.
Aunque todavía queda lejos de la perfección, lo visto hasta ahora por el nuevo iPad Pro y su software iOS 11 es impresionante y muchos consumidores, ahora, pueden plantearse su compra en lugar de un portátil más convencional. Donde fallaba –el software– ahora es más productivo. Ya no está únicamente pensado para consumir contenido sino que se ha puesto el acento en crear contenido, aunque todavía queda comprobarlo in situ si una Surface Pro 4 cumple de manera más óptima en estos casos.
Por lo pronto, se ha mejorado la opción Multiventana, con ventanas flotantes para tener varias aplicaciones abiertas al mismo tiempo, pero el verdadero salto ha sido su gestión.
Se podrá agarrar, arrastrar y soltar aplicaciones, tenerlas al alcance rápido, compartir contenido entre ellas y, por tanto, agilizar los pasos a la hora de trabajar. Una nueva opción, Files, permitirá consultar y explorar los archivos con los que trabajamos como si se tratase de un ordenador con sistema Windows, el de mayor uso del mundo también en las oficinas. Ganará en eficiencia con el Apple Pencil, el lápiz óptico de la compañía, y que por ahora se puede utilizar en el iPad Pro y que ya es un elemento imprescindible para muchas tareas como la toma de anotaciones, dibujo y aspectos más creativos. Habrá que comprobar también su tasa de refresco de la pantalla, de 120 Hz, con la que supera a todos sus rivales en estos momentos. ¿Logrará el iPad Pro convertirse en el ordenador principal para los empleados?
Source: ABC